Otro aspecto que me llamó la atención de Sierra Espuña sucedió cuando fuimos a comer al merendero que hay cerca del centro de información. Había un jaleo tremendo, un montón de familias estaban allí comiendo juntas y divirtiéndose.
Pero el revuelo no era sólo por ese motivo, sino porque una jabalina, ni corta ni perezosa, se encontraba allí aprovechando la comida que le daba la gente. Prácticamente sin miedo, casi se dejaba incluso acariciar.
Los jabatos de varios meses también se encontraban trasteando por la zona, mientras mamá jabalí comía churrasco, patatas, salchichas, chorizos… un espectáculo singular… Me habían contado cosas así, pero nunca había visto nada parecido. En Galicia jamás ocurriría algo así pensé, este cerdo ya estaría colgado de un pino y la brasa encendida…
Esta sorpresa me permitió observar a un jabalí «salvaje» de cerca. Habitualmente siempre los había visto cruzando la carretera como flechas, o por los caminos del monte del mismo modo. El pelo es increíblemente grueso, parecen «púas», esas que tantas veces he recogido en sitios de paso durante una jornada de rastreo. El hocico y su fino olfato, tremendamente desarrollados, examinaban el suelo y el aire en un constante análisis de la situación y claro, de la comida.
Pero quizás lo más interesante para mí, fue su inteligencia. Ese animal interaccionaba hábilmente con las personas, de soportar su proximidad venciendo su inherente miedo sacaba provecho. Sus jabatos también lo estaban aprendiendo. Mamá jabalí poseía cualidades excepcionales para conseguir comida con muy poco esfuerzo. Ya no sólo acercándose a contenedores repletos y a huertos próximos a las viviendas. Incluso comía de la mano de la gente!Interaccionaba como si de un simple perro se tratara.
Y allí estaba poniéndose las botas la jabalina, cuando empezó a llover sin parar (como cada vez que voy a Murcia), así que la gente empezó a recogerse… Pero este jabalí ese día no pasaría hambre…
Como cambian las cosas, siempre pensando que eran animales agresivos y más aún cuando llevan a los jabatos, y va esta jabalina y tira el mito…
[…] reponerme de este shock, y de que nadie en el merendero intentara comerse el jabalí (Sierra Espuña II), nos fuimos al centro de interpretación del cual saqué cierta información. Búho real, águila […]
Los de Sierra Espuña son muy amigables, incluso las zorras se te acercan sin miedo aver si les das tu merienda jeje. y los Muflones si te quedas quieto a una distancia prudente te miran y si no haces nada se quedan quietos y siguen comiendo aun con crias y todo. Bonita Sierra no se la pierdan.
No lo haremos Alameño. En cuanto pueda me volveré a pasar por allí, no lo dudes!
Si llega a ser en Galicia rapidamente la Dirección Xeral de Conservación da Natureza se ponía en contacto con los cazadores del lugar para dar buena cuenta de la «jabalina dominguera».
Lo último que se le ha ocurrido a ese departamento de la Xunta de Galicia es «argallar» un plan en Oroso con los clubes de caza para montar un comedero para los jabalíes, ya os imaginais lo que harán cuando los cerdos salvajes se acostumbren a ese lugar. Vamos, más o mismo que con los lobos del Barbanza con gps, «hacer estudios científicos» con postas del calibre 12: http://www.lavozdegalicia.es/noticia/santiago/2012/05/25/oroso-reparte-tonelada-maiz-monte-evitar-danos-jabali/0003_201205S25C10991.htm
Alarico lo mismo pensé yo… en Galicia un jabalí así no duraba ni dos telediarios… bueno de hecho lo más probable es que ya nunca se hubiera podido acostumbrar…