Las lechuzas: ¿la extinción del fantasma de la noche? (II). La dieta.

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En el post anterior, comentábamos que los antiguos territorios que conocíamos con presencia de lechuza ahora mismo se encuentran abandonados. A finales de verano encontramos uno nuevo que alberga una pareja de lechuzas.

Para aquellos que no lo sepan, una peculiaridad muy interesante de las aves rapaces (y también otros grupos de aves) es que regurgitan las partes no digeribles de sus presas (pelo, huesos, plumas, uñas…), estas excreciones se conocen como egagrópilas. Las egagrópilas de las rapaces nocturnas resultan particularmente interesantes, ya que normalmente engullen a sus presas enteras. Por tanto, en el interior de las mismas se encuentran restos óseos muy completos que permiten su identificación. Conocer la dieta de estos animales, nos permite no solo conocer sus pautas alimenticias sino también entender su papel ecológico, y en muchos casos comprender fenómenos locales de extinción de rapaces nocturnas. Por ejemplo, por el uso masivo de pesticidas en zonas de agricultura intensiva. Además, el análisis de egagrópilas permite conocer los discretísimos micromamíferos que viven en una determinada zona. El estudio de esta microfauna por los métodos de censo habituales puede ser muy difícil dado su pequeño tamaño y sus huidizas costumbres.

En el territorio encontrado pudimos observar sus posaderos habituales. Son fáciles de distinguir por el buen número de deyecciones, plumas y las famosas egagrópilas que hay alrededor. Como otras aves rapaces nocturnas, las lechuzas marcan mucho sus posaderos preferidos, resultando en una clara señal de su presencia y de un territorio activo.

El estudio de los restos de egragópilas de lechuza resulta muy importante para 1) por un lado conocer su dieta y las necesidades de esa especie en esa zona, y por otro 2) nos permite conocer la abundancia y diversidad de micromamíferos y pequeñas aves (que suelen ser sus presas habituales) en ese ecosistema.

Decidimos recoger las egragópilas de este territorio para poder hacer un pequeño estudio de la dieta de la lechuza en esa zona del Barbanza. Sólo recolectamos egagrópilas que hubieran sido regurgitadas por las lechuzas de forma reciente (mostraban una forma compacta y un color oscuro intenso) en septiembre de 2020 (corresponderían a los meses anteriores del verano) y posteriormente recolectamos también en marzo de 2021 (corresponderían al período del invierno 2020-21).

Algunas de las egagrópilas de lechuza encontradas en una casa abandonada en el Barbanza. Foto: Manuel del Río.

En total recogimos 20 egagrópilas a finales de verano, y 15 a finales del invierno. Es verdad que para un estudio completo de la dieta se necesitarían muchas más egagrópilas, pero aun así este análisis nos puede indicar la dieta de esta especie en esta comarca de Galicia.

Para la identificación de las especies que formaron parte de la dieta de nuestras lechuzas contamos con la inestimable ayuda de Miguel Tórtola y Ángel Tórtola. Verdaderas enciclopedias andantes de la naturaleza y con amplísima experiencia reconociendo e identificando especies por sus características óseas exclusivas. Raudos y veloces, Miguel y Ángel procedieron a analizar las muestras que les enviamos.

A su recepción las colocaron en papel cuadriculado, en la siguiente foto se puede apreciar la gran variación que existe dentro de las egagrópilas de un mismo individuo. Esta variación depende mayoritariamente del número y tipo de presas que hayan cazado en la noche anterior. Como podéis ver en la foto, algunas «egas» miden casi 7 cm de largo por 3 de ancho y son muy alargadas, otras son muy redondeadas con de unos 3 x 3 cm, y hay tamaños intermedios de 5 x 3 cm.

Egagrópilas recogidas en septiembre 2020 en el Barbanza. Foto: Miguel Tórtola.
Egagrópilas recogidas en abril 2021 en el Barbanza. Foto: Miguel Tórtola.

En la siguiente foto os enseñamos en detalle una egagrópila donde se distingue un cráneo de topo ibérico (Talpa occidentalis) y sus húmeros.

Egagrópila de lechuza con cráneo de topo y húmeros. Foto: Miguel Tórtola.

Cráneo de topo ibérico extraído de una egagrópila de lechuza del Barbanza. Foto: Miguel Tórtola.

En las egagrópilas recogidas en verano se encontraron restos de un total de 68 individuos de 7 especies diferentes. En invierno se identificaron 42 individuos pertenecientes a 6 especies diferentes. En la figura 1 se muestra la proporción de especies (%) encontradas en las egagrópilas en las dos épocas del año. En este caso el ratón de campo (Apodemus sylvaticus) es su principal presa, independientemente de la época del año (47-52% del total). Lo que resulta interesante es que la segunda y tercer especie más consumidas se intercambian según la época del año; esto es, el topillo lusitano (Microtus lusitanicus) y la musaraña gris (Crocidura russula). En el invierno aparecieron una gran proporción de topillos (28,6%) y escasas musarañas (7,1%), mientras que en verano la relación se invierte con muy pocos topillos (11,8%) y muchas más musarañas (32,4%). Por último, especies de mayor tamaño como el topo ibérico (Talpa occidentalis), la rata de agua (Arvicola sapidus) o la rata campestre (Rattus norvergicus) son mucho más escasos en el número de individuos detectados.

Fig .1. Diversidad de especies depredadas por lechuza común en un territorio de la comarca del Barbanza. Se analizaron 20 y 15 egragópilas por la época de verano e invierno, respectivamente.

Si analizamos la contribución de cada especie presa a la biomasa total consumida por las lechuzas, observamos que los ratones de campo (con peso aproximado de 20 g/indv.) siguen siendo la presa que más aporta a la dieta de estas lechuzas. Sin embargo, la segunda especie por biomasa aportada es la rata campestre (peso medio: 120 g/indv.), desbancando al topillo lusitano (17,5 g/indv.) y a la musaraña gris (8,7 g/indv.) tanto en invierno como en verano. Si os fijasteis en la gráfica anterior el número de individuos capturados de estas dos especies es muy superior al de ratas. Sin embargo, al ser especies de un tamaño mucho menor, la biomasa aportada es proporcionalmente más pequeña.

Fig. 2. Biomasa (%) respecto al total aportada por todos los individuos de cada especie en egagrópilas de lechuza. Se analizaron 20 y 15 egragópilas por la época de verano e invierno, respectivamente.

A la vista de estos resultados resulta bastante evidente la importancia que tiene el ratón de campo (Apodemus sylvaticus) para esta pareja de lechuzas, así como las ratas campestre (Rattus norvergicus), los topillos (Microtus lusitanicus) y musarañas (Crocidura russula). El uso masivo de rodenticidas muy persistentes en el medio ambiente, así como la destrucción de los hábitats naturales podría poner en peligro las presas de las que se alimenta la lechuza. De la misma manera, la presencia de lechuzas garantiza que estas presas no se puedan convertir en plagas, ya que son excelentes depredadores, manteniendo así a los ecosistemas en equilibrio.

Dada la preocupante situación actual de la lechuza común en el centro y sur peninsular, así como ciertas tendencias negativas para la especie mencionadas en Galicia, estamos intentando actualizar los datos que teníamos de su presencia y dieta en el Barbanza. Si tenéis información sobre esta especie no dudéis en contactar: contacto2017@axena.org.

*Para la asignación de biomasa por individuo para cada especie se siguió las propuestas de diferentes autores (Gigirey et al. 2004; Alauginer et al. 2009; Piña, 2018). 

Referencias

-1- Alauginer, S., Haffner, P., Mitchell-Jones, A. J., Montou, F. & Zima, J. (2009). Guía de los mamíferos de Europa, del norte de África y de Oriente Medio. Lynx Edicións, Barcelona. 

-2- Gigirey, A., Fernández, M. & García, J.M. (2004). Datos sobre la alimentación de la Lechuza común (Tyto alba) en Santiago de Compostela (A Coruña). Chioglossa, 2: 27-31. 

-3- Marcos Pérez, A. (2015).  Alimentación de la lechuza común (Tyto alba) en dos localidades del noroeste ibérico. Trabajo Fin de Grado. Universidade da Coruña (España).

-4-  Piña Galdó, B. (2018). Alimentación de la lechuza común (Tyto alba) en diferentes localidades de Galicia. Trabajo Fin de Grado. Universidade da Coruña (España).

-5- Rosique Valverde, S. (2019). Distribución de la lechuza común (Tyto alba) en la comunidad de Madrid y posibles factores determinantes. Trabajo Fin de Máster. Universidad Complutense de Madrid (España).

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Desde pequeño siempre fui aficionado a la naturaleza, pasando mis tardes metiendome por donde pudiera en medio del monte y la playa. Así que mi afición traté de hacerla en serio y acabé la carrera de Biología en el año 2003. En la actualidad, estoy realizando la tesis doctoral en el lab. de Biotecnología Vegetal de la Universidad de Vigo. Desde hace tres años presido AXENA, mi trabajo en la asociación está centrado en la coordinación de las diferentes disciplinas que conforman nuestros proyectos, su gestión y claro está, en el área de naturaleza.

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