Nunatak 01: Aterrizando en la Antártida

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Nunatak, significa en inuit una montaña que emerge en medio de un paisaje helado. Simboliza también la resistencia, la supervivencia ante las condiciones más extremas. Y así se llama el nuevo proyecto multimedia en el que estamos trabajando, con el que intentaremos enseñaros cómo sobreviven y crecen las plantas en los lugares más extremos del mundo.

Y empezamos por la Antártida.

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Llegada a la Isla del Rey Jorge, Shetland del Sur. Los icebergs y los glaciares cubrían la mayor parte de la costa. Foto: Xurxo Gago.

Por razones de trabajo, el nuevo proyecto de investigación en el que estoy involucrado trata de descifrar la relación compensatoria que existe en las plantas entre productividad y tolerancia a estrés. En otras palabras, las plantas que crecen mucho, que son muy vigorosas, las encontraremos en ambientes «favorables» mientras que en ambientes extremos encontraremos plantas pequeñas de crecimiento reducido pero con una gran resistencia para sobrevivir en esas condiciones.

Fíjaros que en la Antártida sólo sobreviven 2 plantas vasculares, el Colobanthus quitensis y la Deschampsia antarctica, y en ellas se van a centrar nuestros esfuerzos en esta campaña.

Desde Punta Arenas, capital de la Región Magallánica en el extremo sur de Chile, localizada en el estrecho de Magallanes, un avión nos llevó hasta King George Island en las Shetland del Sur por lo que tuvimos que sobrevolar el temido paso del Drake.

Así tras dos horas con buen viento comenzamos el descenso en avión (entre las nubes que suelen cubrir los cielos antárticos en esta época del año), no pudo ser más emocionante, antes nosotros se abrió un espéctaculo natural impresionante. Allí, en medio del oceáno glacial antártico estaba nuestra primera etapa, la base antártica chilena Frei en la bahía Fildés a unos 120 km al norte de la Antártica continental. Esta bahía puede considerarse un centro neurálgico de la exploración e investigación antártica, aquí también se encuentran bases de otros países como Bellingshausen de Rusia, la base Carlini de Argentina, o la base china Gran Muralla. Y rodeando las bases antárticas, que se encuentran en las zonas libres de hielo, una enorme extensión de hielo, glaciares y más glaciares eternos hasta donde alcanzaba nuestra vista a 1 km de altura.antarctic_escudero_bellinghsaussen

Vista aérea de la base chilena Escudero y la rusa Bellinghsaussen en la península Fildés.

Me contaron que muchas veces los aviones llegan hasta allí, ya encima del aeropuerto y tienen que dar la vuelta ya que la pista está totalmente helada, o los vientos son tan fuertes que no les permiten aterrizar. Afortunadamente, no tuvimos problemas y el aterrizaje fue perfecto. Tras pisar la Antártica y disfrutar del paisaje, no hubo ya mucho tiempo para seguir disfrutando porque teníamos que descargar del avión la tonelada que llevabamos en equipamiento científico.

Si os apetece, podéis disfrutar de un aterrizaje en la Antártida en el siguiente vídeo que os hemos preparado, los glaciares, el hielo y los icebergs nos reciben con los brazos abiertos…

En esta campaña me he unido al grupo de investigación del Dr. León Bravo de la Universidad de Temuco en el proyecto Anillo Antártico financiado por el Instituto Antártico Chileno (INACH) y la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica (CONYCIT) de Chile .

 

 

3 Comentarios

  1. Impresionantes paisajes e interesantísimo el trabajo que estais realizando. Que suerte poder ver y contar esas vivencias en los lugares más inhóspitos del Planeta.

    Felicidades Xurxo y gracias por contárnoslo.

  2. Las ansias me pueden… ya quiero saber todo lo que habéis visto, hecho y vivido en los confines de la tierra.

    Espero que toda la campaña salga bien y que los resultados sean positivos

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