Sierra Espuña (I), el Arrui o cabra montesa del Atlas africano

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En el corazón de Murcia, a unos 30 km al sur de la capital, se encuentra este parque natural que cierra por el este el campo de la huerta murciana.  Anteriormente era una reserva de caza . La Huerta murciana está rodeada por el oeste por la sierra de Valle y Carrascoy que se alza también pretenciosa enfrente de Sierra Espuña. Ambas sierras están llenas de pinares de gran belleza, de paisajes singulares resaltando sus cortados calizos y cimas realmente agrestes sobretodo Sierra Espuña.

El animal más representativo de Sierra Espuña es, sin duda, la cabra montesa. Donde debo profundizar: deberiamos llamarla Arrui o también cabra montesa del Atlas, sí, fue reintroducida en 1970 desde Marruecos para la caza. Aquí esta especie se desarrolló en gran abundancia y en la actualidad, no es difícil verla por los cortados, o como ahora en invierno descendiendo sus queridos riscos cruzando los pobres pinares de carrasco, escasos de hierba fresca y matorrales apetecibles, en busca de pastos mejores.

Una pareja de arruis al contraluz.

Ya por Murcia conocía lugares de interés como Cabo de Palos, Mar Menor, Callblanque, Callnegre, Fuente Caputa… pero habitualmente mis breves expediciones volvían con escasos resultados de flora y fauna (bueno, exceptuando un día buceando en Callnegre que me llevé un fogonazo de una raya torpedo pero esa es otra historia…) aunque con increíbles recuerdos paisajísticos.

Salimos desde Murcia hacia Alhama de Murcia, donde se encuentra el emporio de El Pozo de los embutidos, y ya desde allí siguiendo indicaciones que te dirigen sierra adentro por una carretera con escarpadas subidas. Y allí mismo, se nos cruzó delante una manada de cabras montesas! Un poco asustadas, saltaron de la carretera, subieron por el terraplén hasta guardar una distancia prudencial. Allí se volvieron, y recortadas al contraluz, nos encontramos pudiendo observar a placer estas máquinas de escalada libre que se atreven a meterse hasta en los cortados más inaccesibles.

A mi derecha mientras observaba aquella dos a contraluz, una manada de machos cruzó apresuradamente la carretera, saltó la cuneta y en cuestión de segundos ya se encontraba a unos 7 metros por encima nuestra. Por debajo de donde mal aparcado teníamos el coche, unas hembras también saltaron el terraplén de la carretera, se enfrentaron al terraplén del otro lado, casi vertical, y con una agilidad pasmosa fueron capaces de salvar el obstáculo.

Espero poder volver para poder observarlas con más tranquilidad. Muy emocionante e interesante, ya os contaré.

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Desde pequeño siempre fui aficionado a la naturaleza, pasando mis tardes metiendome por donde pudiera en medio del monte y la playa. Así que mi afición traté de hacerla en serio y acabé la carrera de Biología en el año 2003. En la actualidad, estoy realizando la tesis doctoral en el lab. de Biotecnología Vegetal de la Universidad de Vigo. Desde hace tres años presido AXENA, mi trabajo en la asociación está centrado en la coordinación de las diferentes disciplinas que conforman nuestros proyectos, su gestión y claro está, en el área de naturaleza.

6 Comentarios

  1. Pero esa carretera por dónde pasaba que la usan más las cabras que las personas. jejjeje

  2. NO AL EXTERMINIO DEL ARRUÍ ESPAÑOL
    No parece muy coherente que ayuntamientos como el de Jijona paguen a pastores para que sus cabras y ovejas domésticas ingieran los hierbajos del monte y; en cambio, pretenda Medio Ambiente, la Generalitat Valenciana, muchos ecologistas, etc. erradicar los arruís cuando realizan la misma labor y sin gasto para los contribuyentes. O sea, nos sirven de contra incendios y gratis, sustituyendo la labor que antes hacían las cabras domésticas (cada vez hay menos), las vacas, los burros, caballos.

    Veamos los motivos por los cuales no debe ser exterminado: Como que este animal no se hibrida con ninguna otra especie, está protegido como especie vulnerable por la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza). No se ha demostrado hasta hoy que sea transmisor de enfermedades. El arruí se alimenta de pastos y favorece las praderas y pastizales. Ya habitó aquí hace cien mil años, pero se extinguió y, de no ser por el Estrecho de Gibraltar, estaría aquí, igual que se encuentra ahora. No soporta la humedad, luego no se cree que se expanda hacia el norte: su hábitat natural se halla entre pinos y terrenos áridos. No compite ni expulsa a ninguna especie; al contrario, su adaptación a las dificultades le permite sobrevivir bien sin tener que rivalizar con la cabra montés o el ciervo mucho más agrestes y menos resistentes a estas zonas del semiárido alicantino, murciano, etc.
    Todos los factores anteriormente mencionados nos demuestran que la especie arruí no es usurpadora ni debe ser suprimida, ni declarada exótica invasora y, sin embargo, la han proclamado de esa manera y no lo es, pues tampoco perjudica la economía de donde habite. Al contrario, genera ingresos a los cotos, hoteles rurales, etc., y otros muchos beneficios a la flora y fauna; valga de ejemplo, sus restos alimentan a infinidad de especies protegidas como águilas, buitres, etc.
    Uno no quiere pensar mal, pero como siempre un tanto de corrupción humana (humana, demasiado humana, diría el gran filósofo Nietzsche) podría atañer también a este asunto: ¿a ver si anhelan suprimirlo de su vida en libertad en los montes para que sólo se puedan cazar en grandes cotos vallados, con hotel incluido y unos cuantos miles de euros por trofeo? Pues casualmente nadie en España se ha planteado erradicarlos de esos grandes vallados.
    No entiendo cómo los cazadores matan a arruís, gamos, cabras montesas, corzos, ciervos, etc., cuando estos animales se quedan de muestra, parados, vigilando a los cazadores y estos más que cazarlos, los fusilan cuando los cuadrúpedos se quedan fijamente mirándolos. Pero mientras no se prohíba la caza recreativa como ya ha ocurrido en Costa Rica, pienso que los cazadores debieran de movilizarse y que no sólo los puedan cazar los escopeteros más pudientes, en esos vedados para la clase alta, sino que no los exterminen de la Font Roja, Sierra Mariola, Carrasqueta, Sierra Espuña, Islas Canarias, etc. y que si han de cazarse que pueda ser, con control, en algunos montes; así al menos no sería masacrado de algunos parajes de España. Este tema está siendo muy manipulado y el objetivo es eliminarlo para los amantes de la naturaleza, los cazadores más modestos y que el negocio perdure solo en los vallados para monteros tipo Blesa, Juan Carlos I, y otros magnates.
    Nunca he entendido este afán de algunas autoridades y de ciertos grupos ecologistas por exterminar a las especies que no sean autóctonas. Cuidado con el amor al exterminio, pues los arruís son más nobles e igual de animales que los seres humanos y son menos foráneos que los marroquíes, ingleses, rusos, etc que residen en España. Por eso mismo, los arruís están más arraigados que muchos españoles, por algo ya pacían por España antes de nacer los menores de 45 años, en pleno periodo franquista. Además, debieran demostrar científicamente el deterioro que provocan a la fauna española, que, por cierto, es nulo. Pienso que existen las mismas razones para exterminar al arruí que las que esgrimía Hitler para el genocidio judío: ninguna. Por ello, les ruego a mis colegas los ecologistas y a las autoridades de medio ambiente que no debemos mantener el exterminio de ninguna especie solamente por ser foránea (además de que el arruí está bien adaptado a muchos montes españoles desde el 1970); sino dejadlos que convivan en paz, como el inofensivo arruí.
    En el semiárido alicantino, murciano, almeriense, etc., no hay ninguna otra especie de cabra salvaje que se adapte tan perfectamente como el arruí. En Texas (EEUU) la conservan, ¿por qué en España hemos de ser menos? Espero que seamos equitativos con esta especie animal y contribuyamos a una larga vida al arruí español que tantos beneficios nos aporta en algunas de nuestras sierras. ¡Seamos conservacionistas y no exterminadores!

    Raimundo Montero

  3. A LA FEDERACIÓN DE CAZA

    ADHIF (Asociación en Defensa de Herbívoros Contra Incendios Forestales) defiende la presencia de herbívoros en los montes. No tenemos tan claro que algunos cotos, la Generalitat y la Federación de Caza pretendan lo mismo. Nosotros apoyamos a la Federación Alicantina de Caza cuando nos lo pidieron hace unos meses y recogimos firmas hace dos años en defensa del arruí (cabra salvaje que quieren exterminar); quisimos colaborar para la introducción de la cabra montés, hemos solicitado reuniones y mostrado nuestra colaboración a la delegación de Medio Ambiente de la Generalitat en Alicante. También hemos solicitado los informes técnicos que avalan los infinitos permisos y modalidades de caza, igualmente el número de permisos concedidos y el de capturas. Solo nos han contestado y en parte, a las capturas y permisos de los años 2013 y 2014, el resto ni se han molestado en contestar.
    A pesar de todo esto, pueden contar con nuestra ayuda. Nosotros estamos en contra del exterminio del arruí y de cualquier otro herbívoro en cualquier territorio. Su excelente aportación a la biodiversidad ya no se discute. Muchos expertos avalan los enormes beneficios de estos animales en los montes.
    Lo que nos preocupa es la gestión cinegética que se está haciendo de los ciervos, gamos, muflones y arruís que, pese a todo, algunos afortunadamente sobreviven en libertad, a pesar del acoso sistemático que padecen en toda la provincia de Alicante. La gestión de caza es tan nefasta que está llevando al progresivo deterioro de las especies y, en algunos montes, al exterminio; ya que sin existir censos se autoriza y caza sin ningún tipo de control ni restricciones: hembras en gestación, machos, crías, esperas diurnas y nocturnas durante todo el año, en batidas al jabalí y herbívoros y con todo tipo de armas y métodos de caza. Desatino planificado hace dos años, al fracasar otros intentos y que consiste en deteriorar los trofeos de caza y en la liquidación de la riqueza cinegética que hay en libertad, con un único objetivo de beneficiar a los vallados de caza mayor. ¡Ya era hora de que algunos de los dueños de cotos se dieran cuenta y cacen mucho menos de lo que autoriza la Conselleria; ésta, por cierto, tan exterminadora!
    El mundo al revés: en vez de luchar la Conselleria presidida por Alberto Fabra en proteger la riqueza de fauna y flora de la Comunidad Valenciana, establece criterios que tratan de exterminar herbívoros y otros animales salvajes. Lo mismo sucede con el Gobierno de Mariano Rajoy, del mismo signo político, al abandonar los montes al pelotazo urbanístico por derogar la ley que impedía urbanizar en 30 años tras un incendio en un monte.
    Veamos las ilegalidades que permite la delegación de la Conselleria de Medio Ambiente de Alicante:
    1.- Se autorizan y cazan herbívoros en esperas nocturnas, siendo ilegal según el art 12 de la Ley de Caza de 2004 y nadie dice nada, salvo abatir animales sin compasión.
    2.- En algunos cotos se están cebando con sal paja y cereales a pie de cultivos a ciervos, muflones y arruís para fusilarlos en esperas durante todo el año, incluyendo la época de gestación y cría, con la excusa de daños y de hibridación. No hay limitaciones en los permisos, se puede matar todo, en todo tiempo, edad, tamaño y lugar. Ilegalidad compartida por algunos cotos, federación y Generalitat.
    Sin embargo, no existe un solo ciervo o un arruí híbrido en la provincia de Alicante.
    3 Se solicitan y autorizan a cazar las especies aludidas en todas las batidas al jabalí, incluyendo cotos que no tienen ningún gamo ni ciervo.
    Desde ADHIF apoyamos a los cazadores alcoyanos en su empeño de no exterminar los arruís de la Font Roja ni de la sierra de Mariola, pues no se hibridan ni hacen daño a las sierras y ayudan contra los incendios forestales, sobre todo si hubiese muchos más pastando.
    Fíjense que contradicción: el Ayuntamiento de Alcoy no encuentra a un pastor de ovejas para que éstas limpien la Font Roja de matas, hierbas y rastrojos -por supuesto cobrando el pastor por su trabajo- y encima la Generalitat quiere eliminar al arruí que está limpiando gratis de matas la Font Roja (no ayudan del todo porque hay pocos arruís en esa sierra).
    ¿Algún día se pondrá orden en todo este caos y se impondrá la fuerza de la razón?; pues por desgracia desde 2009 en lo relativo a la caza lo que impera es la razón de la fuerza.
    Desde ADHIF recordamos a todos los cazadores el deber cívico de todos ellos de no exterminar a los herbíboros de los montes de nuestra querida España.
    Raimundo Montero es portavoz de ADHIF.

  4. POR LA INTRODUCCIÓN DE LA CABRA MONTÉS EN MURCIA Y ALICANTE

    En el año 2010, Adhif (Asociación en Defensa de Herbívoros Contra Incendios Forestales) y otras entidades nos reunimos con los responsables de Medio Ambiente para tratar sobre la introducción de la cabra montesa en nuestra provincia. Por desgracia, no se llevó a cabo pues la Administración (entonces presidida por el PP) autorizo a que lo hiciesen los particulares, pero no estuvo dispuesta a traer una aportación importante de animales, (teniendo exceso en Castellón y capturaderos legales para hacerlo) ni de proveer de los medios para proceder a su seguimiento. Por ese desastre, desde Adhif rogamos que la actual Generalitat presidida por PSOE, Compromís y Podemos apoyen esta idea y colaboren en esta noble tarea; ya que es una anormalidad que haya cabras montesas por Murcia, Valencia, Castellón, etc., y no intervengamos para que reaparezcan en nuestro territorio. También rogamos la cooperación de la Diputación de Alicante, de los ayuntamientos de Jijona, Alcoy, Ibi, Castalla, etc., sociedades de cazadores, la colla ecologista “La Carrasca”, Ecologistas en Acción, Izquierda Unida y otros colectivos para llevar a buen fin este proyecto.

    Desde Adhif, por suerte, hemos observado mayor sensibilidad ecológica en los representantes políticos valencianos actuales (valga de ejemplo, el equipo de gobierno del actual Ayuntamiento de Jijona) y, por esa razón, pensamos que es el momento adecuado de ponernos a trabajar todos en esta dirección propuesta.

    Adhif propone las siguientes medidas para que volvamos a disfrutar de la cabra montés española en nuestra provincia y en que se conserven los ciervos, arruís, gamos y muflones ya existentes:

    1.- Tras el reparto de las suficientes cabras autóctonas en la Sierra de la Carrasqueta, Serrella, Aitana, Font Roja, Mariola, etc., se deben
    proteger de la caza y de los furtivos ante todo los primeros años para que haya un número suficiente de ejemplares que garantice la supervivencia de la especie. Para ello, las autoridades disponen de Seprona, guardas forestales, algunos cotos, voluntarios, Adhif y quienes desean ayudar a este objetivo.

    2.- Que las nuevas autoridades no incurran en la gestión de caza tan nefasta de la anterior Generalitat Valenciana, presidida por el PP, que estaba llevando al progresivo deterioro de las especies y, en algunos montes, al exterminio; puesto que sin existir censos se autorizaba la caza sin ningún tipo de control ni restricciones: hembras en gestación, machos, crías, en esperas diurnas y nocturnas durante todo el año; incluyendo a estos rumiantes en las batidas al jabalí, y con todo tipo de armas y métodos de caza. Desatino planificado hace unos años y que consiste en deteriorar los trofeos de caza y en la liquidación de la riqueza cinegética que hay en libertad, con un único objetivo de beneficiar a los vallados de caza mayor. ¡Ya era hora de que algunos de los dueños de cotos se dieran cuenta y cacen mucho menos de lo que autorizaba la Conselleria de Medio Ambiente; ésta, por cierto, tan exterminadora! La gestión debe ser sostenible, selectiva y buscando mejorar las especies.

    3.- Se autorizan y cazan herbívoros en esperas nocturnas, siendo ilegal según el art 12 de la Ley de Caza de 2004 y nadie se opone, salvo abatir animales sin compasión. Se premia a algunos cotos con permisos para cazar ciervos y muflones en esperas y batidas hasta 2017, o hasta la finalización del Plan de Caza, en base a la Orden 11/2014 que regula el arruí…, cuando el muflón no está incluido en esa Orden, ni está declarado exótico invasor. También se premian a los cotos de Font de la Figuera al incluirles la cabra montesa en las batidas al jabalí, sabiendo que es la única zona por la que podrían llegar las cabras monteses a la provincia de Alicante. Deseamos que las nueva Generalitat Valenciana anule estas ilegalidades; de lo contrario, ADHIF se está planteando seriamente, recurrir éstas y otras irregularidades.

    4.- Que no se cebe con sal, paja y cereales a pie de cultivos a ciervos, muflones y arruís para ejecutarlos en esperas durante todo
    el año; incluyendo la época de gestación y cría, con la excusa de daños y de hibridación. No hay limitaciones en los permisos de matar animales, su número es siempre ampliable, se puede matar todo, en todo tiempo, edad, tamaño y lugar, ilegalidad compartida por algunos cotos, federación y Generalitat. Sin embargo, no existe un solo ciervo o un arruí híbrido en la provincia de Alicante. Y en la Sierra Espuña (Murcia) conviven sin problemas la cabra montesa y el arruí; aunque se observa que va desplazando la montesa al arruí.

    5.- Se solicitan y autorizan a cazar las especies aludidas en todas las batidas al jabalí, incluyendo cotos que no tienen ningún gamo ni ciervo. Desde ADHIF apoyamos a los cazadores alcoyanos en su empeño de no exterminar los arruís de la Font Roja ni de la sierra de Mariola, pues no se hibridan ni hacen daño a las sierras y ayudan contra los incendios forestales, sobre todo si hubiese muchos más pastando.

    Los miembros de Adhif deseamos que el cambio político en la Generalitat sea verdadero e impongan orden en este caos relativo a los permisos de caza que en ocasiones dan más autorizaciones de caza que animales sobreviven como serias dificultades por las sierras. Desde ADHIF recordamos a todos los cazadores, a los nuevos políticos valencianos, ecologistas y ciudadanos de bien nuestro deber cívico de no exterminar a los herbívoros de los montes de nuestra querida España y de reintroducir en nuestra provincia una de las joyas de nuestra fauna ibérica, la cabra montés, que jamás tuvo que ser exterminada de la provincia de Alicante.
    Raimundo Montero es presidente de Adhif

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