La extraña historia de la flor que huele a estiercol y el escarabajo pelotero

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Me ha encantado este post de macroinstantes. Así que recojo literal parte de su historia…

«Ya he hablado aquí de cómo las orquídeas del género Ophrys engañan a los machos de abejas solitarias fingiendo ser abejas hembra, para usarlos como transporte de sus polinios. Pero no son las únicas plantas que estafan a incautos insectos para asegurarse la polinización cruzada.

El Biarum es de esos vegetales ‘raritos’ que han evolucionado hacia métodos de polinización tan rebuscados, que hacen dudar seriamente de que el mundo haya sido hecho por un diseñador inteligente.»

Biarum sp. en Sierra de Cabra (Córdoba)

«La planta duerme todo el verano bajo tierra hasta que en otoño hace brotar una extraña flor, tan extraña que la gente normal ni siquiera la toma por una flor. Los botánicos tampoco, dicho sea de paso. La parte aérea consiste de una ‘hoja’ de color vino tinto, llamada espata, de la que emerge, apuntando al cielo, un espádice verdoso. Pero la inflorescencia tiene otra parte subterránea donde alrededor del espádice se encuentran las flores femeninas y masculinas, y otras estériles, diseñado el conjunto de tal forma que junto con la base de la espata forma una trampa en la que es fácil entrar pero dificil salir.

La ‘flor’ emite un intenso aroma fecal que atrae a las moscas coprófagas. Estas se posan en el espádice y atraídas por el ‘aroma’ descienden al interior de la planta. Como ya he dicho, entrar es fácil, pero salir… para salir hay que pagar un tributo en forma de polen. La entrada a la ‘mazmorra’ subterránea de la flor es estrecha, tamaño mosca digamos, y para entrar han que pasar por una zona donde hay unos ‘pelillos’ orientados hacia abajo, de forma que al descender la mosca pasa sin dificultad, pero cuando intenta volver a salir va ‘a contrapelo’. Solo cuando una mosca entra con polen de Biarum y fecunda a las flores hembra, se activan las flores macho que cubre de nuevo de polen a las pobres moscas, que recordemos siguen dando vueltas dentro de la flor buscando el origen del olor y la salida, y se marchitan las estructuras que hacen fácil la entrada e imposible la salida, liberando a las moscas cubiertas de polen de su prisión.»

Y ahora vendría la parte de la historia en la que entra en el asunto el escarabajo pelotero, para seguirla historia podéis continuar leyendo aquí.

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Desde pequeño siempre fui aficionado a la naturaleza, pasando mis tardes metiendome por donde pudiera en medio del monte y la playa. Así que mi afición traté de hacerla en serio y acabé la carrera de Biología en el año 2003. En la actualidad, estoy realizando la tesis doctoral en el lab. de Biotecnología Vegetal de la Universidad de Vigo. Desde hace tres años presido AXENA, mi trabajo en la asociación está centrado en la coordinación de las diferentes disciplinas que conforman nuestros proyectos, su gestión y claro está, en el área de naturaleza.

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