La semana pasada os contábamos la destrucción de la fraga de Santa Leocadia, un pequeño bosque autóctono atlántico en el Ayuntamiento de Mazaricos. En las proximidades de la ermita de Santa Leocadia nos encontramos con un bosque que debería estar protegido al máximo nivel, dado ya la escasez de las masas de árboles autóctonas en la costa gallega en pos de especies como el eucalipto.

Ahora tras una tala que no entendemos nos encontramos con un paisaje muy diferente.

Inquietos por la desaparición de esta fraga de decenas de años, volvimos al lugar del «crimen» para comprobar de forma más detallada las dimensiones de la deforestación.
Nos encontramos dos zonas diferenciadas una en la ladera de propia capilla que es la más extensa y que calculamos pudieres rondar 1.5 Ha. Una extensión más que significativa de bosque mixto en donde había muchas especies, incluidas el omnipresente y todopoderoso eucalipto.


La segunda zona de tala es en la ribera del río y donde no solo fue destruido un cachito de bosque de gran valor sino que por descuido o por fata de cuidado se llevaron por delante otras especies protegidas como explicamos en el primer post. La extensión aproximada de esta tala es algo más pequeña que la primera, es algo más de media hectárea.


Es realmente una pena inmensa, que ya el poco bosque autóctono costero que queda en las provincias de Coruña y Pontevedra, se desatienda y no se le de la importancia que tiene. Os seguiremos informando.
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