Sima Destapada: Sala Cartagena II

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Sima Destapa fue durante décadas la más profunda de esta tierra sureña con un desnivel de 251m ( +5/-246). Aparte del ramal principal existen otros descendentes de una profundidad de -136, -168, -170 así como numerosos pozos cuantificados en un numero de 50 que no refleja la topografía. El desarrollo topográfico de Sima Destapa es de unos tres kilómetros y medio. Entre los condicionantes presentes en la sima destaca uno por encima de todos,  la temperatura. En algunos sitios el mercurio roza la treintena de grados, convirtiéndola en la cavidad profunda más templada del planeta.

Una gélida mañana y en compañía de dos expertos espeleólogos, iniciamos el descenso de Sima Destapa. Nuestro objetivo era claro, poder alcanzar el pasillo de flores de aragonito que desemboca en la Sala Cartagena. Advertido había quedado de la dificultad del trayecto por la red de la diaclasa. No soy amigo de desoír los consejos y menos en este tipo de actividad.

Estribaciones finales de Sala Cartagena e intacta

En efecto, el descenso técnicamente es difícil y en absoluto, aconsejable para espeleólogos  sin experiencia. La experiencia en el inframundo se define por la capacidad de estar suspendido en el aire y que no merme tu resistencia al esfuerzo, la resistencia al incesante goteo de sudor hasta cegarte ( las temperaturas por media alcanzan y superan los 25 grados y eso junto a una humedad del 100% hacen la subida infernal), sentir claridad de ideas en todo momento, mantener cierto equilibrio e instinto en las maniobras y en una palabra, reservar una pequeña parte  de energía al ánimo de tus compañeros. Si una persona no es capaz de esto le desaconsejo el descenso de una diaclasa en la roca que en su máxima amplitud puede alcanzar metro  y medio, y en la mínima estar rozando con la mayoría de tu cuerpo contra la pared.

Columna formada por la unión de un fino macarrón y una estalagmita.

Pero para todos los que quieran descubrir Sala Cartagena y cumplan estos requisitos, les digo que lo dejen todo  y se lancen a la aventura, a la contemplación de una de las  grandes maravillas subterráneas  del sureste ibérico.

No podemos obviar la realidad de nuestro entorno, la realidad es el presente y podemos en un futuro cambiarla, pero tan sólo si actuamos. La realidad que atañe a la Sala Cartagena es triste, y su estado de conservación deplorable e inexplicable, o yo no diría tanto porque quizás si se pueda explicar…

Fotografía donde se pueden apreciar las dimensiones de la Sala Cartagena.

En el estado actual de la Sala Cartagena se aprecian los efectos de mas de 30 años de desidia en conservacionismo de cavidades. Precisamente la desidia de aquellos que hoy se presentan como adalides de la causa de la conservación de cavidades. De esos grupos que juegan a la ambigüedad,  confundiéndose o directamente suplantando a la Federación, con la connivencia de esta a cambio de “aparecer en la foto o entre los títulos de crédito” para que parezca que hacen algo, sin haber hecho nada en realidad. De esos que van ofreciendo los servicios de una empresa, sin serlo, con el barniz de respetabilidad de un grupo de espeleología…

En la fotografía se aprecia los colores marrones del piso de la sala  debido a las pisadas, y en la parte derecha superior en blanco el originario suelo de la sala compuesto por espeleotemas.

Pero, en realidad, es cada uno de los espeleólogos que visita la sima quien es responsable en última instancia de sus actos y las medidas represoras se demuestran inútiles. Somos cada uno de nosotros quienes debemos cuidar de la conservación de la cavidad, no porque nadie nos lo imponga, sino por nuestra propia voluntad. El futuro de la conservación está en el cambio de pensamiento individual y de filosofía colectiva, no en la dirección actual de la espeleología como competición, de la acción sin pensamiento. Porque eso, no es espeleología deportiva, es espeleonismo. Volver a la ESPELEOLOGIA, como el estudio científico y por tanto, el aprecio y admiración por este legado de los dioses.

1 Comentario

  1. Soy Salva (espeleologito de a pie)
    Muy buena crónica y acertada, cuando voy a la Destapada y hace algún tiempo que no voy, veo lo que dices, he intentamos paliar en lo que podemos.

    Felicides

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