Memoria actividad infantil II; «El fascinante mundo de los fósiles»

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Pozos artesianos construidos, o mejor dicho, excavados en la época donde el dominio moro en la Península era exultante. Éste era el principal impedimento que surgía de la previa inspección del terreno. Estos pozos estuvieron protegidos con una tapadera  de hormigón, alguna vez al menos fue así, pero dicha tapadera no estaba y si queríamos que esto marchara bien debíamos de intervenir para sellar la entrada, distante del fondo unos 40 metros. Iván , Susana y yo, alicates en mano, alambre y mallazo de ese que se utiliza para las cimentaciones de los edificios conseguimos nuestro objetivo. Un objetivo o medida de protección que atañe más a la Consejería o al dueño de la finca en el caso que fuera privado el terreno que a nosotros pero en fin…

Armazón de hierro que se utilizó para cubrir el pozo en la zona donde se realizó la actividad.

Esa misma mañana del viernes día del Pilar, gracias al préstamo de mi amigo Fran, pudimos llevar tres mesas plegables para que los menores deseosos de colorear con sus propios lápices, tuvieran la comodidad necesaria para sus manualidades. También depositamos agua en botellas de 8 litros para que los asistentes pudieran limpiarse las manos, ¿por qué? El motivo es sencillo,de la misma marga arcillosa obtuvimos, por el empeño y la constancia de este ángel llamado Susana, todo el material necesario para sellar la huella de los fósiles en el barro.

Ya era domingo y el esperado día había llegado, más de 50 niños, y se dice pronto, estaban radiantes de felicidad, porque si una consigna se había hecho hincapié, esta era, sin duda, la de no permitir que ningún niño se aburriera. Mis 14 voluntarios, dispuestos con sus camisetas naranjas, se encargaron de ello. Los niños y los adultos andaban con libertad, caminaban con tono alegre y no paraban de preguntar cuando comenzarían las actividades infantiles relacionadas con los fósiles.

Les resumo el organigrama del día tal como transcurrió; primero  el grupo recorrió unos 4 kilómetros de senderos y monte a través, y a continuación, al mediodía, D. Antonio realizaría su charla sobre fósiles y la geología local, e inmediatamente después se desplegarían las mesas y pondrían cartones en el suelo para que se combinaran las manualidades tanto con lápices de color como de arcilla.

Así ocurrió, o incluso mucho mejor, unas fotografías, las más representativas. No puedo contener la satisfacción de ver como con un poco de esfuerzo, una actitud positiva y emprendedora, y personas buenas de corazón podemos conseguir tanto. Estamos seguros todos los integrantes de la actividad que ninguno de los niños olvidará nada de lo aprendido y en el futuro se convertirán en jóvenes amantes de la naturaleza.

Hay muchos caminos para cambiar aquello que consideramos y evaluamos como mal hecho o mejorable pero, no se equivoquen, todos  ellos tienen algo en común, es simple, nacen de nosotros mismos, de nuestra iniciativa. Me niego a  pensar que no podemos cambiar nuestro entorno. Debemos y tenemos, que cuidar y conservar todo aquello por lo que vivimos y moriremos. Seamos revolucionarios, y no de una nación, sino de nuestra mera y grandiosa existencia.

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