Hace unos días Seve, un amigo de facebook, nos preguntaba: ¿Cuales son nuestros derechos cuando coincidimos en el monte con cazadores? Es común que en el monte, un lugar público, nos encontremos aficionados a la caza y al senderismo los domingos o esos días festivos en los que todos tratamos de desconectar practicando nuestras aficiones.
Estas situaciones pueden resultar peligrosas cuando no se cumplen con las normas tanto cívicas, reglamentarias como de sentido común.
El uso de las armas en este país esta fuertemente controlado (por suerte) y el más débil es el más protegido, al menos en la teoría; en la práctica es más difícil.
La caza esta regulada en cada Comunidad Autónoma en función de las peculiaridades de las mismas pero en todas ellas se definen las denominadas Zonas de Seguridad. En general estas zonas son los núcleos de población y todas las vías de comunicación. Vamos a matizar alguna cosa:
- En las vías públicas asfaltadas los cazadores no pueden cazar ni siquiera portar las armas cargadas.
- En cuanto a las vías no asfaltadas, camino y senderos, existen diferencias según la Comunidad. En la mayoría como Cantabría, Murcia, Castilla León, Castilla la Mancha, Extremadura, País Vasco no está permitido la caza, incluso existen límites a los márgenes de estos senderes en los que no se puede cazar.
La excepción más llamativa esta en Galicia que«en senderos y caminos rurales poco transitados, destinados al paso a pie y al uso agrícola o forestal, se podrá cazar siempre que las condiciones de seguridad lo permitan»(esta peculiaridad ha sido omitida en la reforma de la ley de caza de Galicia Ley 13/2013 publicada el 08 de enero de 2014, y hago énfasis en la palabra omitida)
Evidentemente en esta zonas de seguridad ni se puede cazar ni se puede disparar desde ellas o hacia ellas.
En cuanto a nuestros derechos como senderistas o meros paseantes por la naturaleza, no nos pueden negar el paso por un camino o un sendero, son ellos los que están obligados a tomar las precauciones (aun que os recomiendo enérgicamente que vosotros os hagáis ver y oír para evitar desgracias) en cuanto nuestra actividad se desarrolle fuera de estos senderos (recoger setas, observar algún animal, o simplemente el pasear) debemos ser nosotros los que abandonemos el lugar y nos dirijamos a una de esas zonas de seguridad, puesto que además de correr un peligro grave y real podríamos incurrir en alguna infracción como el chantear la caza; es decir ahuyentarla.
Como siempre por lo general no existen conflictos cuando nos topamos con la mayoría de cazadores que suelen ser responsable y consecuentes con la legalidad. Cuando nos encontremos cazadores del otro tipo, por desgracia seguro que los agentes medioambientales que deben velar por estas normas se encontraran a mucha distancia del problema, por lo cual es mejor ser prudente, alejarse y llamar a emergencias (112) comunicando que hay un grupo de cazadores cazando en una zona de seguridad.