Pues sí, señores, sí, así como lo oyen. Si alguno piensa que este post no va de lo que pone el título se equivoca. Ni cortos ni perezosos nos hemos puesto a escayolar un tiburón. Aunque bueno, dicho sea de paso, cuando el farmaceútico le preguntó a Raúl para qué quería tantas vendas, y Raúl le respondió que para escayolar un tiburón… El farmaceútico no se inmutó. Eso me imagino que puede ser por dos motivos: porque pensaba que Raúl lo estaba vacilando y pasó de todo, o porque en las farmacias se ve cada cosa… que ya no se inmutan…
La colocación de la microcámara, su posición, el anclaje y el sistema de zafado son puntos críticos que debemos solventar para conseguir este proyecto. Así que Gonzalo puso a nuestra disposición un tiburón zorro de unos dos metros para que le sacaramos un molde de escayola sobre el que poder hacer las posteriores pruebas del prototipo. El proyecto Rémora cada día que pasa nos obliga a hacer cosas cada vez más extrañas…
Escayolando tiburones from Axena on Vimeo.