Desde niño he admirado esta árbol, eminentemente forestal, es el hermano robusto y mayor del olmo común (Ulmus minor). Su porte, de hasta 50 metros de áltura, lo convierten, junto al pino canario (Pinus canariensis) o el abeto blanco (Abies alba), en árboles de primera magnitud.
Se distribuye por toda la mitad norte peninsular, más abundante en los pirineos catalanes. Su límite al sur lo establece, como no, el parque natural de las sierras del Segura, Cazorla y Las Villas. Los conocedores de flora y fauna no les extrañará cuando digo que este lugar es un oasis, una isla aislada que reúne muchas especies relícticas en estado puro.
Especies difíciles de ver en buen estado vegetativo y árboles sacados de cuentos niños. Arces, rebollos, olmos montanos, acebos, tejos, mostajos, manzanos silvestre, majuelos,todos ellos formando, bosques en ocasiones (arce o rebollo), y en otras, presentándose aisladamente.
Nuestro protagonista se prensenta en los barrancos más húmedos y se encuentra diseminado por toda la geografía de la sierra, porque no forma bosquetes sino que acompaña a otras especies de la orla riparia como sauces, chopos, majuelos, rebollos o acebos.
Fue este fin de semana recorriendo la ruta de la cueva del Agua desde Huelga Utrera hasta Pocoteyo, ascendiendo hasta la piedra Dionisia.Al principio, había dudas pero se despejaron al comprobar la asimetría del limbo de la hoja (dísticas), era la prueba final, estaba ante uno de esos árboles tan emblemáticos en la cultura de un forestal. Hice unas fotos, detalle de la hoja y porte general. Ya saben, conocer ayuda a proteger.