Comunicado de AESA sobre el uso civil de los «drones»

AESA (Agencia Estatal de Seguridad Aérea) ha emitido un comunicado dada la creciente polémica sobre la regulación de los drones para uso civil. El comunicado es breve y conciso y aclara de forma general el uso de los drones civiles, es decir de vehículos aéreos no tripulados con capacidad de vuelo bajo control remoto o en modo autónomo. Aquí podéis ver el pdf.

Básicamente, recuerda que no está permitido y recalcan que nunca lo ha estado, el vuelo de drones civiles con fines comerciales y/o profesionales, en actividades de filmación, reconocimiento de desastres naturales, revisión de tendidos eléctricos, incendios, agricultura de precisión… etc… y no puede de momento al menos, autorizar su uso porque carece de la base legislativa para establecer la normativa adecuada. En este sentido, los artículos 150 y 151 de la Ley 48/1960 sobre Navegación Aérea, cualquiera de estos trabajos requiere una autorización expresa por parte de AESA pero como la legislación reguladora aún no ha sido publicada no puede emitir dichas autorizaciones (sin embargo, esta ley con más de 50 años de antigüedad esta obsoleta en muchos aspectos importantes).

Principalmente, esto en mi opinión va muy dirigido a los multi-cópteros, plataformas áereas muy estables diseñadas para realizar imágenes aéreas de gran estabilidad que ya han sido utilizados en multitud de películas y documentales, por ejemplo aquí. Su sencillez y grandes capacidades ha promovido que en los 5 últimos años un ingente número de fotógrafos profesionales, documentalistas y realmente casi cualquier persona haya entrado en el mundo de las aeronaves. Es decir, una auténtica e ingente revolución para el mundo de las aeronaves que hacía años que no interesaba al gran público, los drones están siendo para la aviación civil un cambio cuantitativo y cualitativo en sus posibilidades, como lo fue para la telefonía los «smartphones».

Sin embargo, estos aparatos no son, ni mucho menos pueden considerarse un juguete inofensivo, en estos años bajo el vacío legal y de información, muchas personas realizaron vuelos sobre manifestaciones, playas, accidentes y zonas urbanas y habitadas en general… sin ningún tipo de control lo que supone un riesgo inherente para los ciudadanos. En este post que publicamos recientemente podéis ver el ejemplo ya desafortunadamente clásico de accidente sucedido en la marcha catalana el año pasado o hace unas semanas en el hormiguero.

Por otro lado, los drones que se utilicen para «hobby» se considerarán aeromodelos y se regirán por la legislación establecida para los mismos, que además puede verse afectada por normas de la propia comunidad y los municipios. Típicamente con una serie de clubes que gestionan las pistas de vuelo donde las aeronaves pueden volar por debajo de los 100 m de altura. Cuando salga la nueva ley, se establecerá la clasificación de la aeronave, disponiendo qué categorías de drones tendrán que matricularse y/o certificado de aeronavegabilidad, y todos los requisitos oportunos para las zonas de vuelo habilitadas (lugar, condiciones y medidas de seguridad), fabricación, mantenimiento y operación.

Así es, que los cuerpos del estado ya están avisados para poder requisar y denunciar drones que vuelen fuera de los espacios habilitados para el aeromodelismo, en el caso de que se incurra en un grave riesgo para la ciudadanía, además de la requisación del drone pueden esperarse sanciones tanto por la vía civil como por lo penal.

A todo esto hay que sumarle, que la UE (tarde para no variar en comparación con USA como reconoce la propia comisión europea) ya ha establecido su hoja de ruta con la industria para fomentar el desarrollo de la tecnología drone y sus múltiples aplicaciones. De momento, la industria puede mostrarse recalcitrante a invertir en el desarrollo de esta tecnología hasta que no se establezcan todos los criterios que regirán el uso de drones por parte de la EASA (la agencia europea para la seguridad aérea), que garanticen que los drones tengan las mismas condiciones de seguridad que las aeronaves tradicionales. Y todo esto es muy relevante, ya que en Europa se espera que en la próxima década un 10% de la facturación de todo el sector aeronáutico provenga de drones, unos 15.000 millones de euros, y que este sea un mercado emergente muy fructífero, como puede verse por la propuesta de Amazon para repartir sus paquetes. Además hay que considerar que en Europa se fabrica ya 1/3 de los 1700 tipos de drones que hay en la actualidad en el mundo.