Graellsia isabelae, todo un simbolo de la entomología española

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Por su aspecto, por su color o por su majestuosa y soberana figura, Graellsia isabelae es símbolo de la entomología europea. El origen de su nombre hace referencia al científico que llevo a cabo el descubrimiento de tan bello lepidóptero nocturno. Don Mariano de la Paz Graells Agüera nació el 24 de Enero  de 1809 en Tricio. En el verano de 1848, Graells encontro una oruga en una de sus habituales salidas, todo hacia indicar que pertenecía al género Saturnido. La oruga  se transformó en crisalida, durante el proceso fue atacada por numerosos insectos que no permitieron la identificación de la misma.Voluntarioso Graells se dirigió en la primavera del año siguiente (1849) a Pinares Llanos en Ávila, cerca de El Escorial, a la búsqueda de ejemplares adultos, consiguiendo su objetivo y deshechando la idea de Saturnia luna, en vez de ella, la nombro Saturnia isabellae.

joaquin Baixeras

El descubrimiento fué publicado en una modesta revista entomológica francesa llamada «Revue el Magazine de Zoologie de Guérin_Menéville», al año siguiente, fue la más prestigiosa publicación de la revista francesa «Annales de la Societé Entomologique de France» la que se hizó eco de tal maravilloso descubrimiento, mostró para ello varias láminas describiendo el aspecto de los imagos y la orugas.

Graellsia isabelae se distribuye por los pinares maduros de los que se alimentan sus orugas. Empezando por el norte los pinares silvestres del Pirineo la acogen desde la provincia de Huesca hasta Lleida llegando a las sierras prepirinaicas catalanas. Al este el sistema ibérico, desde la provincia de Castellón hasta la de Cuenca, residen en sus pinares sustanciales poblaciones. El sistema central también da cobijo, al igual que las sierras de Cazorla y Segura.

512px-Répartition_graellsia_isabellae.svg                                                                                                  Mapa de distribución.Referencia: wikipedia.

La alimentación de la oruga se ciñe exclusivamente a las acículas de los pinares albares maduros, tan sólo, en las sierras de Cazorla y Segura el pino  negral o pino salgareño (Pinus nigra) donde encuentra los factores ecológicos óptimos para su desarrollo se convierte en la principal fuente de alimentación, desplazando al pino silvestre más amante de terrenos ácidos. Los adultos  de Graellsia isabelae cuando despiertan de su letargo rompiendo la crisálida que les ha protegido durantes los meses invernales, comienzan aparearse, para ello, la hembra de Graellsia emite unas feromonas que llevan a los machos de la especie a localizarla en los meses de Mayo y Junio, cuando las temperaturas oscilan entre los 20-25 grados centigrados y la humedad ambiental es de un 70%-80%. Mueren los machos en pocos días mientras que las hembras resisten un poco más, no antes de cumplir su cometido, el de la puesta de huevos. Para ello depositan entre 100 y 200 huevos en grupos de 4 o 5 en las grietas y pequeños espacios que dejan las cortezas de los pinares.

madrid.org                                                                                                           Fotografía de larva de Graellsia isabelae,Fuente: www.madrid.org

A las doce días de la colocación nacen las larvas, a lo largo de su periplo existencial viajarán por cinco edades sufriendo cuatro mudas, los periodos de edad duran 10 días, excepto el cuarto y quinto que alcanzan 15 días. Así que si recorremos los pinares de nuestra geografía en las calurosas noches nocturnas de verano podremos avistar orugas de Graellsia, siempre que estemos atentos, porque sus colores crípticos hacen díficil su localización. Cuando la oruga determina el momento se entierra tejiendo una pupa debajo de la pinocha, para continuar su ciclo y descartar los rigores del invierno hasta que lleguen mejores tiempos.

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Mariano de la Paz Graells, el descubridor de tan insigne insecto.

 

De la conservación de esta especie depende de muchos factores, entre ellos, los insecticidas con los que se combaten las plagas forestales, la destrucción de su hábitat con talas abusivas y por último, los  incendios forestales.

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