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La destrucción de la Fraga de Santa Leocadia

A finales del año pasado acabamos por la zona de la Capilla de Santa Leocadia, por la carretera que va de Outes a Pino do Val, justo antes de llegar a la aldea de Chacín. Al lado, de esa capilla, está la fraga de Santa Leocadia, en el valle del río Vao da Denociña. En esa fraga litoral, un resto arbóreo «relíctico», es decir, el bosque autóctono en la costa gallega antes de la expansión del eucalipto, se encuentran varias especies rarísimas de helechos, asociadas a bosques húmedos en lugares que nunca sufran heladas (condiciones que sólo se dan en la costa).

Cascada fraga de Santa Leocadia
La maravillosa y mágica cascada en la fraga de Santa Leocadia. Foto: Darío Alves

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Cuál fue nuestra sorpresa, que al llegar allí, nos encontramos que la fraga estaba siendo talada. Robles centenarios de los que ya pocos quedan cortados, el monte arrasado, hasta las mísmisimas márgenes del río. El ecosistema destrozado, especies como el helecho de la laurisilva Woodwardia radicans, o el singularísimo Hymenophyllum tunbrigense (un helecho en el que la fronde sólo está compuesta por una única capa de células, es decir no hay tejido interno de la hoja, no hay mesófilo) en la actualidad de gran interés científico para el estudio de la evolución de la fotosíntesis en el planeta, o el epífito también protegido Davallia canariensisy otros Dryopteris aemulaD. guanchica especies protegidas dada su escasez y singularidad por la legislación ambiental ahora totalmente destruidas.

En este photosynth podéis ver por vosotros mismos como la tala ha llegado hasta los mismísimos márgenes del río, sin respetar siquiera un corredor de transición para la ribera del río y evitar también la erosión y la protección del cauce. Justamente esto lo podéis ver en la parte central del montaje anterior.

La destrucción de esta fraga es un atentado contra nuestro patrimonio natural, ya más que destrozado por todas las anteriores políticas forestales. Ahora mismo sólo nos quedan unas pocas fragas de cierta entidad, las que parece tienen los días contados bajo esta protección de la administración. No hay ningún estudio de impacto ambiental que contemplara los riesgos de esta tala? Cómo se evitó? Dijeron que iban a hacer varias talas de pocas Ha para que así se evitase??

Robles centenarios que daban cobijo a múltiples especies protegidas ahora yacen cortados a los pies de la capilla.

Sin embargo, lo que es más paradójico todavía, es que buena parte del turismo que viene a Galicia, lo cual supone un porcentaje muy importante de su PIB, sobre todo en la zona de costa, es que se siga usando el reclamo de fabulosos, antiguos y enormes bosques, sino vean el siguiente enlace de TurGalicia. O estos carteles publicitarios como la siguiente foto, ahora bien el turista que venga a Galicia, le puedo asegurar que para encontrar algún bosque así tendrá que dejarse la piel en el intento y cada día más. De estos ya quedan bien pocos.

¿Me guardas el secreto?- Dice este cartel, a lo que le respondemos:- Sí, claro, por supuesto, no queremos colaborar en promover mentiras.

 

Pd. Estos días os contaremos las medidas que tomaremos para intentar salvarla. Si queréis ver el sitio, sólo tenéis que poner en Google Maps: Santa Leocadia, Mazaricos.

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