Uno de los problemas medioambientales más graves de los tiempos que corren, es la masiva fabricación de neumáticos y la dificultad para hacerlos desaparecer.
Para que os hagáis una idea, en España se generan aproximadamente unas 250.000 toneladas de neumáticos usados, de éstos un 40% no están controlados y son arrojados al medio. Uno de los procesos que se utilizan para la eliminación de estos residuos, es la quema directa con la consecuente emisión de gases contaminantes, este proceso se llama incineración y, actualmente, provoca un gran debate entre sus ventajas e inconvenientes. Su gran ventaja, como es evidente, es la reducción del 100% del residuo y su principal desventaja, como hemos dicho anteriormente, son las emisiones gaseosas. Para ser fabricado, un neumático necesita grandes cantidades de energía y de petróleo, siendo esto un problema a la hora de su reciclado, a la vez que genera gran contaminación ambiental al ser arrojados a vertederos incontrolados.
Existen distintos métodos para llevar a cabo su reciclado pero no existen políticas que ayuden a su recogida, ni creación de industrias dedicadas a recuperar o eliminar de manera limpia los neumáticos. Actualmente, casi la mitad de estos neumáticos son depositados en vertederos controlados sin tratar, acumulándolos, provocando una contaminación ambiental de proporciones considerables. También, parte de estos neumáticos son depositados una vez son triturados y un 40% aproximadamente, son depósitos no controlados.
Una alternativa a la eliminación de estos materiales, es la reutilización de éstos en muchas instalaciones actuales: como asfalto en carreteras, base de suelo en la zona de columpios, en campos de juego, como combustible, entre otros.
También, la obtención de caucho es una manera de reciclar los neumáticos. Tiene muchas utilidades y es una técnica muy habitual, sobre todo en productos destinados al transporte.Por todo esto, podemos decir que controlar los neumáticos después de su vida útil ayuda a conseguir que el número de desechos sea menor y, por tanto, haya menos emisiones gaseosas. ¡Ponte manos a la obra!