Berberomeloe insignis, la aceitera real

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Berberomeloe insignis, o conocida vulgarmente como aceitera real, no es que este viviendo en un palacio real y sirva aceite a sus acólitos, si es cierto que su aspecto es real y no de mentira.Cuando te topas con este coleóptero oblongo y alargado, asusta. Pertenece a  la familia Meloidea, y es que algo de idea tiene cuando se siente amenazado, segrega con sus más de 6 cm de longitud una sustancia que se asemeja a un líquido aceitoso llamado cantaridina, pues a cantar se pondrá aquella persona que tenga la desgracia de ingerirlo ya que resulta que es, ¡extremadamente tóxico!, así que un poco de respeto cuando traten con este inaudito y conspicuo “bicho”.

aceitera real
Magnífica fotografía del señor Bustos, la aceitera real destaca por ser un extraño coleóptero.

La aceitera real es un endemismo de las regiones áridas del sureste ibérico, gusta de terrenos xerófitos y pertenecientes al piso termomediterráneo, su ombrotipo preferido es seco y la litología va desde margas a arcillas pasando por terrenos yesíferos. Te sorprende su aspecto cuando lo ves desplazarse; su pequeña cabeza con las sienes color rojo, el torax disminuido al lado de su abdomen fundido en una sola pieza, y sobre todo, su color negro intenso.

aceitera real
Sus más de 6 cm de longitud lo convierten en uno de los mayores insectos del continente.

Su ciclo biológico, como no podía ser menos va a la par de su aspecto, es bastante complejo. Los imagos aparecen entre marzo y mayo, la cobertura vegetal que hace las veces de paraíso corresponden a plantas típicas de estos lugares como el tomillo, el romero, la albaida, las jaras y muchas otras más. Entonces y después de hacer la puesta de los huevos sobre un pozo, nacen las larvas, se alimentarán en sus diferentes estadios de insectos de la familia Apoidea (las conocidas abejas y abejorros) perteneciente al orden de los himenópteros.

Berberomeloe majalis
De Berberomeloe majalis destaca sus bandas transversales en el abdomen.

Como hermanos de sangre su compañero de familia Berberomeloe majalis, es realmente muy parecido pero no son iguales, hubo un momento en la evolución que otorgo a Berberomeloe majalis de unas bandas anaranjadas en el abdomen a diferencia de la ausencia de color en nuestra aceitera real.

Las amenazas a las que está sometido este insecto no son ninguna novedad. Urbanizaciones, cultivos hortofrutícolas, productos agroquímicos y falta de lugares destinados a su especial protección. La cultura, la educación, el conocimiento y la moral son nuestras armas contra esta lacra de inmoralidad, codicia y ambición que aflige heridas a nuestra querida y amada naturaleza. El día que comprendamos que el respeto a nosotros mismos nace del respeto con cada uno de los minúsculo seres que habitan nuestro planeta, seguramente descubramos que hemos encontrado el camino hacia la felicidad.

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