Vida más allá de la Tierra

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La pregunta del millón, ¿hay vida en otros lugares del Universo o, por el contrario, la Tierra es un oasis en medio de un desierto cósmico?, para intentar responder esta cuestión desde los años 60 se están enviado docenas de sondas no tripuladas a los planetas y lunas del Sistema Solar con la esperanza de demostrar que no estamos solos. Después de todo este tiempo los científicos han seleccionado un pequeño grupo de astros como principales candidatos a albergar vida: un planeta,  Marte y tres lunas, Titán, Encélado y Europa, son los destacados.

 

Puesta de sol en el cráter marciano de Gusev (Fotografía del rover de exploración Spirit, 19 de mayo de 2005). En el film Contact, basado en una novela de Carl Sagan, afirma uno de los protagonistas, “Si de verdad estamos solos, ¡cuanto espacio desaprovechado!”.

 

Marte: astrónomos y escritores del siglo XIX especulaban con la existencia de gigantescos canales en Marte, construidos por una civilización agonizante, para transportar agua desde los polos hasta el ecuador. El cuarto planeta del sistema solar es, en muchos aspectos, muy parecido a la Tierra. El día dura 24 horas, su temperatura, aunque inferior a la terrestre, parece apta para la vida. Tiene atmósfera y, gracias a su eje inclinado, también hay estaciones. Además posee gran variedad de accidentes geográficos: llanuras, montañas, gigantescos volcanes, cañones y se cree que por su superficie, hace millones de años, fluían ríos de agua que desembocaban en mares y lagos. Existe esperanza de que hoy en día pueda haber agua líquida en el subsuelo, lo que aumentaría las posibilidades de encontrar vida.

En 1976 la sonda Viking 2 amartizaba y tomaba muestras de suelo a las que le añadió agua, nutrientes y calor. Al hacerlo se produjo una cantidad de dióxido de carbono mayor de lo esperado que algunos achacaron a fallos en el diseño del experimento, pero otros científicos siguen afirmando que fue una demostración de la existencia de vida en territorio marciano. La leyenda de Marte se acrecentaba.

 

En 1976 la sonda Viking 1 fotografió, en la región marciana de Sidonia, lo que parecía un gigantesco rostro de 3 km de largo (foto izquierda).  En 1998 y 2001 la sonda Mars Global Surveyor volvió a sobrevolar el lugar y su cámara de alta resolución (imagen derecha) demostró que la famosa y atormentada cara de Marte, fotografiada años atrás, no era más que una curiosa formación natural.

En agosto de 2012 se posaba en Marte la sonda Curiosity, equipada con la última tecnología fotográfica y para la detección de vida. En septiembre de ese año encontró por primera vez evidencias geológicas de que, en épocas pasadas, agua líquida corrió por la superficie.  El Curiosity, un rover de casi una tonelada de peso, y una capacidad para desplazarse muy superior a la de sus antecesores, sigue recorriendo la polvorienta superficie del Planeta Rojo, analizando el terreno con la esperanza de demostrar que en Marte existe o ha existido vida.

 

A la izquierda, grava de Marte fotografiada por el rover Curiosity en septiembre de 2012, a la derecha grava de un arroyo de la Tierra. Evidencia de que en Marte hubo un tiempo en el que fluían rios por su superficie.

 

Titán: por la superficie de la mayor luna de Saturno, de 5.150 Km. de diámetro, fluyen ríos, pero no de agua, que a -178oC se endurece como una roca, sino de hidrocarburos líquidos que desembocan en gigantescos océanos y lagos. Titán posee una densa atmósfera, compuesta principalmente de nitrógeno y un porcentaje importante de moléculas orgánicas. Mientras que en la Tierra tenemos un ciclo de agua, en Titán hay un ciclo equivalente de hidrocarburos como metano y etano. Titán es muy parecido a como debió ser la Tierra primigenia. En enero de 2005 la sonda Huygens se posaba en esta luna y comprobaba que tiene todos los ingredientes básicos para la vida que conocemos.

 

Fotografía del río bautizado como Mini Nilo, de unos 400 Km. de largo, desembocando en el Mar Ligeia situado en el Norte de Titán (sonda Cassini, 26 de septiembre de 2012). En esta luna de Saturno fluyen, se evaporan y llueven hidrocarburos. Se cree que Titán es muy parecido a como era la Tierra hace 4.000 millones de años.

 

Encélado: los científicos no salían de su asombro cuando vieron, en las imágenes enviadas por la Sonda Cassini en 2005, gigantescos surtidores de agua elevándose cientos de kilómetros sobre la superficie de Encélado, una pequeña luna de Saturno de apenas 500 km de diámetro. En Encélado hay volcanes, como en la Tierra, pero no de lava, sino de agua. Existen evidencias de que esta luna posee agua líquida cerca de la superficie e incluso un océano subterráneo salado. Además se cree que hay componentes orgánicos que serían los responsables del color verde de las grandes grietas, conocidas como rayas de tigre, que atraviesan el satélite. Hasta hace pocos años nadie se imaginaba que esta joya poseía un coctel casi perfecto para albergar vida. Por ahora no se sabe exactamente de donde procede tanto calor y actividad en un astro tan pequeño y que se encuentra tan alejado del Sol. Encélado, una de las lunas más misteriosas de todo el Sistema Solar, aparece en los listados de las agencias espaciales como destino preferente de futuras exploraciones.

 

Ningún astro del sistema solar es tan blanco y brillante como Encélado. En la fotografía se pueden observar sus franjas verdes conocidas como rayas de tigre.  La pequeña luna de Saturno posee una gran actividad, agua líquida y moléculas orgánicas, un coctel que se cree perfecto para la vida.

 

Europa: la resplandeciente luna de Júpiter, de algo más de 3.100 km de diámetro y protagonista de 2001 una Odisea en el Espacio y sus secuelas es, para muchos astrobiólogos, la candidata número uno para albergar vida. Su superficie helada está llena de líneas de fractura, similares a las que existen en el hielo del Ártico cuando se rompe y vuelve a soldarse, se supone, por tanto, que al igual que ocurre en el Polo Norte Terrestre, bajo  la costra de hielo de Europa hay un enorme océano de agua líquida que podría tener decenas de kilómetros de profundidad. Se cree que las fuerzas de marea gravitacionales de Júpiter son las responsables de que se haya derretido el agua en el interior de Europa y se especula que en ellas podría prosperar vida, no solo microscópica, sino otras formas más complejas.

 

En la superficie de Europa se observan perfectamente las lineas de fractura en la capa de hielo, lo que parece demostrar que está flotando sobre un enorme océano líquido, de modo similar a cómo sucede en el Polo Norte de nuestro planeta.

 

Al tiempo que se busca vida en el Sistema Solar, otros científicos han puesto en marcha numerosos programas de búsqueda de inteligencia extraterrestre conocidos como SETI (Search for ExtraTerrestrial Intelligence), bien analizando señales electromagnéticas recogidas con radiotelescopios o enviando mensajes al espacio con la esperanza de que alguno de ellos sea respondido por una inteligencia alienígena. Hasta el momento sin resultados positivos. De todos modos, si alguien quiere colaborar, cediendo su ordenador para que el proyecto SETI@home analice, mediante una gigantesca red mundial de ordenadores conectados, los datos que recogen los radiotelescopios, puede hacerlo dándose de alta en el siguiente enlace: http://setiathome.ssl.berkeley.edu/ . Eso sí, os aviso que algunos científicos como Stephen Hawking han advertido que intentar contactar con civilizaciones extraterrestres no es buena idea, “Si los extraterrestres nos visitan, creo que la situación sería como cuando Cristóbal Colón llegó a América, lo cual no resultó ser bueno para los indígenas americanos”.

 

El 15 de agosto de 1977 (para darle más misterio al asunto, fue el día antes de la muerte de Elvis Presley), el radiotelescopio Big Ear captó una extraña señal. Al verla impresa en papel, el profesor de la Universidad Estatal de Ohio y voluntario del SETI Jerry R. Ehman, anotó con bolígrafo rojo la palabra Wow! (¡guau!). Todavía se desconoce el origen de la famosa señal Wow!, para algunos es el mensaje de una civilización extraterrestre, para otros una simple interferencia.

4 Comentarios

  1. Manuel,
    La recopilación de los datos que haces es interesantísima. Desde luego que esto forma parte de una serie de incógnitas extraordinarias que han permitido a los científicos continuar en el esfuerzo de encontrar vida más allá de nuestro planeta y no obstante de todos los descubrimientos realizados, seguimos en las hipótesis.
    Bien dicen que la realidad supera la ficción, así que coincido con Hawking en que contactar a los extraterrestres no sea buena idea. Aunque contradictoriamente puedo decir también que sería magnífico saber que no estamos solos en el universo.

  2. Muchas gracias Paola, me alegro de que te haya parecido interesante el post.

    En los años 60 y 70, en plena carrera espacial entre EEUU y la URSS, los fondos destinados a la exploración espacial eran casi ilimitados, por desgracia, los experimentos y sistemas para la detección de vida extraterrestre todavía estaban en pañales. Hoy en día la astrobiología ha avanzado una barbaridad, el problema es que apenas hay fondos para financiar misiones espaciales. Con todo, yo tengo esperanza que algún día se encontrará vida en algún planeta o, sobre todo, alguna luna de nuestro Sistema Solar.

    Yo también coincido contigo y con Hawking, creo que eso de ponernos a gritar a los cuatro vientos, ¡estamos aquí!!! a lo mejor no es una buena idea.

  3. Yo siempre he pensado que vida seguro que existe, es evidente, pero la vida que conocemos como seres inteligentes es una «chiripa cósmica», algo así como si te tocara el euromillón dos veces seguidas, pero teniendo encuentra la infinidad del universo… todo es posible, pero esa inmensidad hace casi imposible que nos crucemos con ella.

  4. Yo nunca he creido que seamos la especie elegida. De hecho, hasta hace solo unos miles de años nuestras hazañas tecnologicas no se diferenciaban mucho de las de nuestros primos chimpances o bonobos. Y por supuesto, cuando todavia nuestros antepasados no habian salido de la sabana africana ya hacia millones de años que las hormigas practicaban la agricultura y la ganaderia y las termitas ya habian inventado el aire acondicionado. Je, je…

    La busqueda de vida en nuestro sistema solar se centra fundamentalmente en vida microscopica. En cuanto al numero de posibles civilizaciones en otros sistemas solares que es a lo que se dedican los programas SETI hay varias formulas estimativas, la mas famosa es la ecuacion de Drake, desarrollada por el pionero del SETI Frank Drake. pero realmente son eso, estimaciones. Coincido contigo en que es como buscar una aguja en mil pajares, pero bueno, si mi admirado Carl Sagan creia que era posible, no sere yo quien le lleve la contraria.

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