La esfinge de la carihuela, Agrius convolvuli

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La correhuela o carihuela ( Convulvulus arvensis ) es una de esas plantas denominadas como «malas hierbas». Sus raíces, penetrantes, hacen muy dificil su eliminación por medios manuales, es decir, arrancarla. Se puede sacar de raíz de la tierra, pero sus tallos trepadores y adheridos, fuertemente, a  cualquier cosa piedras, muros, árboles, arbustos lo hacen muy difícil.

Este año comencé mi particular huerto ecológico, y por lo tanto, no tengo en mi pensamiento la utilización de herbicidas sistémicos, como consecuencia de esta decisión, Convulvulus arvensis se ha convertido en un autentico «dolor de cabeza», un problema para el crecimiento de mis hortalizas de temporada.

Aunque  labre la tierra, al final, las raíces semienterradas de la carihuela tienen la facultad de retallar. Esta trepadora de la familia Convolvulaceae marcha rápida y ávida a por mis plántulas cultivadas; solución, paciencia y más riñones para, meticulosamente, ir arrancando las más próximas a las hortalizas y, consideremos, pues, un peligro para su futura supervivencia.

Tanto esfuerzo debía de tener su pequeña recompensa, y así fue, al ser selectivos en la eliminación de la carihuela se favoreció, positivamente, un suceso que, hasta entonces, no había tenido la ocasión de experimentar. Un día revisando mis cultivos topé con una gran oruga aproximadamente 10 cm de longitud de un color entre negro y marrón oscuro, con unas bandas longitudinales amarillas y un cuerno en su último segmento.

La recojí con reticencia pues me tenía un poco intimidado, porque les tengo que decir que no es que representara un peligro físico pero si que asustaban, y mucho, sus «chillidos». Eran un sonido desesperantes y parecido a los gritos de un niño recién nacido… un efecto similar al que produce el sonido de la lechuza (Tyto alba).

 

Esfinge de la carihuela ( Agrius convolvuli ), ése es su nombre, en honor a su planta nutricia, Convulvulus arvensis. Esta mariposa nocturna perteneciente a la familia Sphingidae tal vez conozcan a la esfinge de la calavera, como miembro más afamado, posee una envergadura de 10 a 12 cm y se reproduce dos veces al año; una generación en primavera y otra en otoño.

En el momento tenía las manos de barro y no pude cojer nada para fotografiarla. Pero, otros, ya han plasmado la belleza y el misterio de esta oruga, la esfinge de la carihuela. Conclusión, si no eliminamos del todo las plantas nutricias de estos insectos podremos disfrutar de la presencia en convivencia de esta maravillosa mariposa nocturna.

5 Comentarios

  1. Que curioso, a una oruga como esa le saqué una foto con el móvil hace unas semanas. La vi por casualidad en el cementerio del pueblo mientras miraba un corro de brujas de senderuelas. Incluso le enseñé la foto a Xurxo. No sabía que emitían «quejidos». Que bueno.

  2. Pues la planta será una plaga pero no es una plaga fea para mi jardín, jejejeje.
    Y su luego tengo que soltar unas orugas chillonas para controlar la plaga no pasa nada.

  3. Manuel que te parece, sorpende el tamaño.Como era la oruga que encontraste?
    Javi,esta trepadora es insaciable y lo ahoga todo…ajos tiernso, patatas,rabanos ufffff, no te la aconsejo en tu jardin.

  4. Claro que sorprende el tamaño, cuando la vi me llamó la atención por eso precisamente. De hecho se lo comenté a Xurxo cuando le enseñé la foto, le dije, «mira tremenda oruga».

    Hay orugas que llaman la atención por sus grandes pelos urticantes, otras, como la oruga del macaón, llaman la atención por su colorido. Esta de la esfinge de la carihuela desde luego llama la atención por su enorme tamaño.

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