Los Bloggers de Axena

Memoria actividad infantil I; «El fascinante mundo de los fósiles»

Todo estaba preparado, al final, más de un centenar de asistentes entre niños, tutores y voluntarios, dispuestos para cumplir con la actividad “El fascinante mundo de los fósiles”. Permítanme, por favor, por si se cansan de la lectura que a estos últimos les dedique el comienzo del post. Voy a escribir sus nombres y recordar a cada uno de ellos, y si, como imaginan voy a pecar  de sentimentalismo, lo merece sin duda.

Iván, desde el comienzo ha demostrado su pasión por la naturaleza, de él partió la idea de realizar un taller de fósiles para tutores y niños, él fue el descubridor, entre comillas, de los restos fosilizados. Hay algunos que nacen estrellados y otros con estrella, sin duda, Ivan pertenece al grupo de los afortunados, aquellos que experimentan el privilegio de dones especiales.

Susana, menuda chica, ha supervisado todo lo concerniente a material escolar, dispuesta, en cualquier momento, para del mismo terreno desmenuzar la marga del lugar con una criba y obtener arcilla del lugar.

Noelia,  Antonio, María y José Carlos, para mí, una de las sorpresas de la jornada, cuatro jóvenes en la pre-adolescencia, con edades de 13, 15,11,12 años. Gracias a ellos se pudo contener la siempre atrevida curiosidad de más de una decena de niños que abrían el paso a través del sendero,  y llegado el momento ralentizaban el grupo  y garantizaban la seguridad de los presentes  sino que adornaban su algarabía con cánticos alegres, luego me entere que a Noelia le gusta, y mucho, esta disciplina artística.

Prosigo, D. Antonio, señor apasionado de la evolución y dispuesto a dedicar horas para preparar una excelente exposición, deleite de todos, pues es una opinión generalizada que estuvo magnífico en su amena y didáctica charla a cerca de los orígenes y del como habían llegado hasta allí todos esos seres marinos fosilizados.

El excelentísimo profesor de biología José María, un vallisoletano castizo y noble como son los castellanos. Teresa y Teresa, dos jovencitas que en vez de disfrutar de un dominical día festivo con cualquiera de sus aficiones eligieron ayudar a un grupo de niños y adultos a mostrarles la belleza de la naturaleza. Ricardo, improvisado voluntario de una casta especial, esa que diferencia a las personas capaces de ayudar al prójimo y a los que no. Luz María, menudo nombre, esta chica solo irradiaba luz a todos los presentes con sus continuas sonrisas. Por último, agradecer a todos los padres que me auxiliaron en momentos de necesidad, y gracias AXENA, y por supuesto, al CUMM (Club Universitario de Montaña de Murcia), por crear el soporte y el sentido de tal actividad.No hay naturaleza sin montaña, desde las fosas oceánicas al más devastador de los desiertos, las simbólicas montañas pueblan cualquier recóndito lugar.

Hubo necesidad, por parte de todos, la necesidad de salir de la ciudad y aprender todas las cosas bonitas que nos rodean, pero  no todo fue fácil. El principal objetivo a cumplir para no abortar el encuentro  en este yacimiento de fósiles del Mioceno Superior, consistía en garantizar y preservar la integridad física de todos los presentes, así como la del propio yacimiento, el cual, estaría sometido a la presión de más de un centenar de personas.

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