As floriñas dos toxos
Nin rosiñas brancas, nin claveles roxos!
Eu venero as floriñas dos toxos.
Dos toxales as tenues floriñas,
que sorrín, a medo, entre espiñas.
Entre espiñas que o ceo agasalla
con diamantes as noites que orballa.
Oh, do ermo prezado tesouro:
as floriñas dos toxos son d’ouro!
De ouro vello son, mai, as floriñas
dos bravos toxales, das devocións miñas!
Así comienza el poema del periodista y poeta gallego Antonio Noriega Varela, este gallego nacido en Mondoñedo en el año 1869, un apasionado de la naturaleza a la que le dedicó este poema al arbusto más típico de la tierra gallega. Para aquellos que no tienen el gusto y el placer de conocer estas tierras, nos referimos al “Toxo”, el arbusto más característico de los montes gallegos.
El toxo, tojo en castellano, es un típico arbusto que podemos ver en la mayoría de los montes gallegos. Incluso también terrenos que ya no se plantan son tomados por este prolífero arbusto, formando grandes extensiones de un paisaje amarillo y verde, que aunque la mayoría de las veces no le damos importancia e incluso algunos lo considerarán como una maleza, es muy beneficioso por su gran resistencia y capacidad reproductiva.
Se dice que una sola planta puede producir 2o.ooo semillas, las cuales pueden aguardar hasta 70 años sin germinar, esperando el momento idóneo para hacerlo. Cuando hay una devastación de un terreno,el tojo es el primero en repoblar el suelo. Antaño se recogía para echarlo en las cuadras, donde se guardaba el ganado, allí junto con la bosta del ganado se hacía el “estrume”, abono muy usado en toda Galicia, pero ojo; para echarlo en las cuadras había que recogerlo cuando aún era nuevo y de poca altura. Hoy en día estas tareas prácticamente ya no se hacen.
Tojo Arnal (primavera) en la Sierra de Calvos. Vilasouto. Lugo
La rama del toxo está formada, por puntiagudas agujas verdes y su hermosa flor amarilla denominada «chorima«, tiene un suave aroma. Aunque es un arbusto, algunos alcanzan un tamaño considerable, casi como pequeños árboles.
Flor do toxo
Alecrín, alecrín dourado
que naceu no monte
sen ser semiado.
Ai, amor, amor
¿quen che dixo a tí
que a flor do toxo
era o alecrín?
En Galicia hay tres tipos de toxo:
Toxo gateño (Ulex nanus), es el más pequeño de los toxos, no sobrepasa los 80 centímetros. Florece en el otoño, dando flores pequeñas (entre 5 y 10 mm). Una distinción con los otros toxos, aparte de que florece en el otoño, las brácteas de las flores (hojas que envuelven por fuera la flor) son más estrechas que el pedúnculo (tallo de la flor).
Ulex Nanus, es el más pequeño de todos, el que florece en el otoño.
Toxo femia (Ulex galli), también llamado molaria, más grande que el anterior pero más pequeño que el arnal (Ulex europaeus), concretamente entre ½ metro y 1 metro. Florece a mediados del verano. Las brácteas son del mismo tamaño que los pedúnculos.
Ulex galli, un poco más grande que el Ulex nanus, florece en el verano
Por último el «toxo arnal» ( Ulex europaeus), este toxo es el más grande entre 1 y 3 metros. Las flores brotan en la primavera y principios del verano. Aquí las brácteas son mayores que los pedúnculos. El dicho de que “O toxo sempre está en flor en Galicia” queda explicado con lo anterior. Efectivamente, dado que hay tres tipos y florecen en distintas épocas del año, parece que siempre están floreciendo.
Ulex Europaeus, es el más grande de los tres, florece en la primavera y principios de verano
Ojo con el toxo y nunca mejor dicho… que no os pique un toxo en el ojo; ya que si tenéis esa desgracia, es la mayor infección de ojos que puede existir; generalmente no tiene solución, quizás sea porque contiene citisina, de acción tóxica sobre los ganglios a los que primero excita y luego paraliza. Lo que convierte al toxo en un enemigo para los ojos pero un gran aliado en las enfermedades del hígado; tomado en infusiones como si de té se tratara, siempre descartando las semillas en el uso de la medicida popular porque el contenido en citisina es muy elevado.
Este arbusto de peculiar apariencia es muy utilizado a la hora de elaborar licores, siempre claro está usando como base de este licor la famosa aguardiente gallega. Así que amigos, las apariencias engañan, y nunca mejor englobado este dicho popular al toxo, ya que su apariencia ruda nada tiene que ver con los beneficios que proporciona; no sólo a los montes gallegos, tan desolados por culpa de los incendios que año tras año dejan a esta maravillosa tierra sin ese color verde tan característico de montes, sino también por los usos médicos para prevenciones de enfermedades. Solo me queda decir un merecido OLÉ por este fantástico arbusto…