El abejaruco no tiene la culpa! Por supuesto que no!

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La semana pasada mostré mi incredulidad al leer el artículo publicado por Miguel Angel Ruiz en su blog «Los pies en la tierra» titulado «Un futuro sin miel«. No creía lo que veían mis ojos…, la respuesta no se hizó esperar y se publicó el post La «amenaza» del Abejaruco desde AXENA. En él destacamos las nefastas declaraciones del secretario del COAG, Francisco Gil, así como criticamos la postura de su autor. Afortunadamente, el periodista debió de recopilar información basada en datos objetivos y no en impresiones totalmente subjetivas y expuso a sus lectores las conclusiones del estudio efectuado por la UM,  financiado por la Asociación de Apicultores de la Región de Murcia. El estudio desglosa en detalle la incidencia de las poblaciones de Abejaruco (Merops apiaster) sobre las colmenas de la Región de Murcia.

Abejaruco con la llamada vulgarmente «Chicharra» entre sus fauces.

A continuación, reproduciré con exactitud fragmentos de su nuevo artículo «El abejaruco no tiene la culpa», corrigiendo al anterior:

«Les encantan las abejas, ¡y se las comen!, pero de ahí a que los abejarucos sean una amenaza para la apicultura… Pues como que no, según un estudio científico de la Universidad de Murcia (UMU) realizado precisamente por encargo de la Asociación de Apicultores de la Región, y que concluye que estas aves no suponen un peligro para las poblaciones de estos trabajadores insectos, ni mucho menos para la producción de miel de las colmenas.

El informe, realizado entre 2008 y 2009, se llama ‘Programa de colaboración para el estudio de la presencia e impacto del abejaruco (‘Merops apiaster’) en las explotaciones apícolas de la Región de Murcia’ y estuvo dirigido por el profesor del Departamento de Ecología e Hidrología Francisco Robledano Aymerich, quien se ha visto sorprendido esta semana -como numerosos biólogos y naturalistas- por la mención de esta ave de origen africano como una de las bestias negras de los apicultores.
Porque, ¿cuántas abejas es capaz de zamparse un abejaruco durante los seis meses -entre abril y septiembre- que suele pasar cada año en la Región? Una media de 1.493 obreras, según los resultados del trabajo de la UMU, una «predación insuficiente» para comprometer la viabilidad de una colmena, que tiene una tasa de renovación de entre 1.200 y 1.500 abejas diarias, según el informe.
Pese a conocer estos datos, los apicultores incluyeron el lunes pasado al abejaruco entre los cuatro jinetes del apocalipsis que están provocando el despoblamiento de las colmenas, con pérdidas de abejas que llegan en algunos casos hasta el 40%.
En cuanto a la dieta del abejaruco, sin duda una de las aves más bellas y llamativas de la península ibérica, llama la atención que las abejas estén en segundo lugar en sus preferencias: según los científicos de la Universidad de Murcia, elige otros himenópteros como plato principal, pero tampoco hace ascos a escarabajos, saltamontes y libélulas.»


Un insecto perteneciente a la familia de los Odonatos, ha caido presa de la innegable agilidad y perfección del señor Abejaruco.
Gracias señor Ruiz, por este magnífico artículo que desmitifica la inmerecida sombra que se cierne sobre esta belleza alada llamada abejaruco. Aunque todavía estamos esperando las rectificaciones del señor Gil, secretario del COAG  y representante de agricultores y ganaderos.

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