Los Bloggers de Axena

La polinización

No se puede entender el mundo sin flores. Desde luego, ¿qué sería de nosotros sin ellas?, toda nuestra sociedad y nuestra economía está basada en que suceda en las plantas un proceso maravilloso: la polinización. El proceso por el cual el polen producido por los estambres (el órgano masculino) se introduce en el pistilo hasta el ovario (órgano femenino) para así realizarse la fecundación del óvulo y la formación de la semilla, y en algunos casos de unas estructuras de protección/con función de reserva/atracción que son los frutos. Así que la gran mayoría de los frutos que comemos han sido flores que fueron fecundadas previamente. La planta es absolutamente dependiente de que este proceso ocurra lo más eficientemente posible para poder generar su propia descendencia. Para ello, aunque las plantas no puedan desplazarse para buscar a su pareja ideal, han desarrollado infinidad de estrategias que les permitan asegurarse su éxito reproductor en competencia con otros individuos de su misma especie y/o otras especies competidoras.

Habitualmente, pensamos que la estrategia generalizada sería la de que el viento fuera capaz de transportar ese polen, miles de millones de granos de polen, y que alguno caería en el pistilo adecuado para proceder así a la polinización y fecundación de la flor. La evolución no iba a dejar un hecho tan absolutamente crítico en el futuro de las plantas en las manos del azar. Las flores, son órganos de gran complejidad, y entre otras cosas son capaces de atraer por diferentes motivos a otros seres, a animales, para que así ellos desplacen el polen por ellas. Gracias al néctar diferentes insectos libadores, pájaros como los colibríes, o incluso murciélagos se alimentan de las flores. Pero las plantas no dan su néctar gratis, todo está pensado, mientras estos insectos liban en las flores, los estambres dejan el pegajoso polen en el cuerpo de los animales que unos segundos más tarde estarán desplazándose hacia otra flor.

Y así podrán fecundar a otras plantas situadas lejos de ellas, incluso a varios kilómetros de su posición. Este hecho por tanto no resulta irrelevante, y las plantas han desarrollado todas las facilidades posibles para que suceda con la mayor eficacia. Desde dibujos, diseños y estructuras para facilitar el aterrizaje y el pegado del polen, olores atrayentes para especies concretas…Y así la vida sigue funcionando.

Y en este espectacular vídeo podéis ver muchas de estas cosas que yo os he contado, pero mis palabras hacen feo favor a estas impresionantes imágenes. Me encanta cuando el colibrí va dando vueltas de campana sobre sí mismo en diagonal ascendente hacia la flor… Gracias Pepi por el soplo.

 

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