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Reintroducción del halcón peregrino en la ciudad de Granada (VIII)

Darro con una codorniz recién capturada en la terraza

 

En los 5 primeros posts desarrollamos las bases del proyecto de reintroducción (I), la ubicación y características de la caja-nido (II), el inicio del diario de los jóvenes halcones (III), los primeros días de libertad (IV) y sus aventuras de caza para alcanzar la independencia (V). Continuaremos en la línea del VI (edificio del hacking) y VII (manejo), con un resumen genérico y comentarios sobre la caja-nido y la alimentación, bibliografía de utilidad, finalizando esta serie de artículos con unas breves conclusiones.

SOBRE LA CAJA-NIDO:
1.- Cada pollo de halcón necesita al menos medio metro cuadrado de superficie en la caja (en un nido natural es frecuente que dispongan de mucho menos espacio pero debemos dejarles espacio suficiente para ejercitar sus alas sin golpearse unos a otros o con las paredes de la caja).
2.- Como el hacking se hace en la alta primavera, y en caso de tratarse de una zona cálida, la caja debería tener al menos 1 metro de alto, con objeto de que tenga mayor capacidad de ventilación. Los halcones son muy sensibles a las altas temperaturas.
3.- Aconsejo instalar, no solo en el fondo, sino también en ambos laterales, sendas mirillas de puerta para evitar ángulos muertos. Los pollos suelen pasar los primeros días en el lado opuesto a la puerta porque se sienten más protegidos y ahí es donde se les facilita la comida. Si solo se instala una mirilla en el fondo tendremos una parte sin visibilidad justo en esta zona clave.
4.- Si se instala una cámara de videovigilancia comprobar los ángulos muertos antes de introducir a los halcones en la caja-nido, o bien, colocarle una lente gran angular o un ojo de pez para evitar este inconveniente. Lo mejor es ponerla cercana al techo, en un rincón, y con la menor longitud de cable visible dentro y fuera de la caja (por ejemplo recogiendo el sobrante en una caja de empalmes eléctrica de exteriores instalada por fuera justo al otro lado de la cámara). Los jóvenes halcones son juguetones y curiosos y pueden picotear el cable si está a su alcance y dañarlo.
5.- En nuestro caso, al 4º día de colocar a los pollos de halcón en la caja-nido, desarrollaron la costumbre de subirse a la base de la puerta, situada a unos 15 cm por encima de la superficie del suelo, quizás porque querían salir o probablemente por la tendencia de las aves de usar posaderos más altos. Por tanto lo mejor es que dicha base quede lo más baja posible (si hay puerta) y situar, dentro de la caja nido, tantos posaderos (de madera o piedra, sin aristas vivas, de superficie superior plana y de unos 10 cm de altura) como aves se introduzcan. Lo ideal es recubrirlos de césped artificial que mejora la circulación de la sangre en las manos del ave y previene la aparición de heridas y clavos.
6.- Es aconsejable la instalación de un termómetro en la parte superior de la caja, con el bulbo hacia el interior y la escala de lectura fuera para comprobar la temperatura en días de mucho calor. Hay que considerar que a los halcones no se les coloca baño ni suministro de agua alguno, por tanto conocer y controlar la temperatura interior es importante.
7.- En concordancia con lo anterior, resulta útil dotar a la caja-nido de una sombra con objeto de regular la insolación y que permitirá a los jóvenes halcones descansar a resguardo del sol una vez que son puestos en libertad. Cuanto más cómodos se encuentren mayor será su tendencia a permanecer en el entorno de la caja-nido y la terraza del hacking fijándose más y mejor su filopatría por esa zona y la ciudad en general. Por esta razón también es interesante la colocación de un posadero alto y despejado sobre la caja donde se sientan cómodos y seguros.

Los halcones aprenden rápido el arte de volar

 

Por último hacer dos consideraciones sobre la caja-nido y los emplazamientos que suelen utilizar para criar las parejas de halcones en el campo o en la ciudad.
Diferentes autores o asociaciones de USA o de Europa detallan las dimensiones y construcción de cajas-nido para que las parejas de halcones peregrinos se instalen para criar en ellas en el campo o la ciudad. En todos los casos las dimensiones aconsejadas son mucho menores que las utilizadas en las cajas-nido para los jóvenes halcones en el hacking. Ello puede deberse no solo al ahorro de material y a una mayor facilidad de colocación, sino también a que en general los animales prefieren para criar, si pueden elegir, refugios de tamaño suficiente pero no excesivo. Si un halcón utiliza un hueco en un cantil demasiado grande se arriesga a que otro predador, por ejemplo un buho real, pueda acabar con ellos y/o con su familia. Por tanto, una caja-nido de hacking de dimensiones adecuadas para albergar 4 pollos puede ser demasiado grande para la querencia de cría de una pareja de halcones. Lo importante es que los pollos en el hacking estén cómodos. Al igual que con el edificio de hacking, no es imprescindible bajo mi punto de vista que la caja-nido para la liberación de los jóvenes halcones pueda ser utilizada en caso de que regresen dispuestos a criar. Además los halcones adultos muestran una marcada tendencia a usar los edificios más altos para criar, quizás como medida suplementaria de seguridad en un territorio cuyo enemigo natural, el hombre, pulula por las calles como hormigas. En cambio el edificio del hacking no tiene porqué ser (aunque podría ser lo ideal) el más alto de toda la ciudad.
La 2ª consideración es que el tipo de caja-nido de hacking, sus dimensiones, etc dependerá directamente de su ubicación. Puede incluso que no sea necesario su instalación si cualquier otra estructura del edificio de hacking nos provee de los elementos necesarios (por ejemplo porque exista un hueco o un balcón adecuados al efecto) como ya comenté en el post anterior.

Darro parece cantar, quizás intenta expulsar la egagrópila, mientras Genil come tranquilamente

 

RESPECTO A LA ALIMENTACIÓN:
La alimentación estuvo basada en codornices de granja desde el principio. Se puede utilizar cualquier especie de ave de pequeño tamaño con objeto de que los halcones consuman “unidades biológicas” completas para que su nutrición sea equilibrada. Una vez que empezaron a volar también se suministraron pichones y tórtolas, y posteriormente palomas adultas, siempre vivas. En total, cada halcón consumió unas 50 codornices y unas 15 ejemplares del resto de especies.
Los halcones comen de forma natural plumas y otras partes indigestibles de sus presas. Debemos proporcionar por tanto presas con plumas en cuanto sea posible (excepto los primeros días en la caja-nido para evitar que se llene de plumas) con objeto de estimular su aparato digestivo y propiciar la elaboración de egagrópilas tal como harían en un nido natural y harán el resto de su vida.
Aunque siempre es más sencillo contar con el congelador y el frigorífico para mantener la comida de los halcones, resulta más adecuado utilizar presas vivas o lo más frescas posibles. Veamos porqué:
1.- Durante el proceso de conservación se pierden vitaminas y agua.
2.- El alimento está frío o a temperatura ambiente y la sangre, coagulada, esto hace que el sabor sea menos natural y agradable para el halcón, una rapaz acostumbrada, en general, a tomar comida recién muerta por él mismo o su pareja.
3.- Por último, y fundamental, dado que dentro de la caja-nido no se coloca suministro de agua alguno (por la casi imposibilidad de mantenerla en buenas condiciones higiénicas), los halcones deberán obtener todo el agua que necesitan sólo a través de la comida. Las presas recién muertas tienen un elevadísimo contenido en agua (en torno al 70 %), cantidad que disminuye conforme pasa el tiempo de conservación, arriesgándonos entonces a que la hidratación no sea suficiente.

Los halcones pasaban mucho tiempo observando el entorno

 

BIBLIOGRAFÍA:

– Alejandro Llopis y Hans Frey. La cría en cautividad del quebrantahuesos y su problemática. En: Margalida, A. y Heredia, R. (Eds.) 2005. Biología de la Conservación del Quebrantahuesos (Gypaetus barbatus) en España: 205-236. Organismo Autónomo de Parques Nacionales. Madrid.

– Ballesteros-Duperón, E., Moleón, M., Jiménez, J. F. 2009. El halcón peregrino en Granada. En, J. C. del Moral (Ed.): El halcón peregrino en España. Población reproductora en 2008 y método de censo. pp. 37. SEO/BirdLife.Madrid

– Construcción de cajas-nido para halcones: Nesting box

– Félix Rodríguez de la Fuente. El arte de cetrería. Ediciones Nauta.

– Halcón peregrino (Falco peregrinus). En: Enciclopedia Virtual de los Vertebrados Españoles. Museo de Ciencias Naturales. Madrid.

– James D. Weaver, Tom Cade. Manual de cría en cautividad del halcón peregrino. La Fundación Peregrino. Ithaca, New York, Fort Collins (Colorado), Santa Cruz (California).

– Nick Fox. Comprender al ave de presa. Ediciones Cairel.

– Pascual López-López, José Verdejo, Emilio Barba: The role of pigeon consumption in the population dynamics and breeding performance of a peregrine falcon (Falco peregrinus) population: conservation implications. Eur J. Wildl Res (2009).

– Proyectos de reintroducción del halcón peregrino en las ciudades de Córdoba, Barcelona y Madrid.

– René-Jean Monneret: Halcón peregrino. Descripción, costumbres, observación, protección, mitología… Colección Las sendas del naturalista. Ediciones Omega.

CONCLUSIONES:
Podríamos discutir si el trabajo realizado ha sido un verdadero proceso de reintroducción de la especie o si se trata de un reforzamiento de población. Si consideramos que en la actualidad el halcón peregrino no anida en la ciudad de Granada, entiendo que se trataría de una reintroducción con tal fin. Si consideramos que hay parejas que viven a unos kilómetros de la ciudad y que la utilizan a veces como cazadero, podría tratarse de un reforzamiento de población orientado a conseguir la cría en la ciudad. En cualquier caso la actividad realizada, y expuesta en esta serie de artículos, tiene también gran importancia social como oportunidad para la divulgación y concienciación sobre la biodiversidad urbana y la protección de especies amenazadas.
Cualquier lector atento habrá observado que he descendido, deliberadamente, a un gran nivel de detalle en la descripción del hacking con objeto de cumplir la palabra dada en el primer post: ayudar a cualquier persona o asociación que se enfrente a este reto para que las cosas le resulten más fáciles y previsibles. También para que, compartiendo datos y experiencia, se puedan obtener mejores resultados y no repetir errores.
Para conseguir reintroducir esta especie en el ámbito urbano hay que mantener una cierta continuidad dado que es muy poco probable que con un sólo año sea suficiente. En distintos proyectos de reintroducción ejecutados en otras ciudades del mundo, y en el descrito en concreto, ha quedado claro que el halcón peregrino se puede adaptar perfectamente a la vida en la urbe, resultando por tanto un proceso de hacking (o de crianza campestre) relativamente sencillo y natural.
Como ya comenté la última observación de uno de los halcones fue el 21 de junio y de su compañero el 24 de agosto. En estos proyectos se puede ser tan optimista, o tan pesimista, como se quiera respecto al destino de los halcones. Hay un amplio margen reservado a la buena o mala suerte. Entiendo que desde la óptica del planteamiento y ejecución del proyecto lo importante es conseguir que los halcones se adapten adquiriendo la capacidad para cazar y sobrevivir de manera autosuficiente en el entorno urbano en el que han sido liberados, con todas las consecuencias de ser libres y este objetivo se ha cumplido. El tiempo dirá si alguna pareja se instala para criar en la ciudad.
Quisiera finalizar dando las gracias a todas las personas que ayudaron en el proyecto y también a todos aquellos lectores de esta serie de artículos por su atención, con la esperanza de que al menos hayan pasado un rato entretenido con las aventuras de Darro y Genil. Si además he contribuido, aunque solo sea un poquito, a que esta legendaria y maravillosa especie sea mejor conocida, y por lo tanto más valorada y protegida, me daré por satisfecho.

La belleza del halcón
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