La cueva de la plata oeste

Elena, una cartaginesa desmelenada y rebelde regresa con la ánfora llena de agua. Camina y canta a la mañana con desparpajo. Pero todo cambia al presenciar a plena luz la oscuridad de una sima. Se le paralizan los músculos y se asoma a sus recuerdos….un día de julio un lancero libio de tez morena se desvaneció en compañía de todo un ejército al mando del general Anibal. Elena no lo soporta y explota, blasfema sin respuesta al silencio atroz de una entrada al oeste de su corazon… la de la Cueva de la Plata.

Entrada de la Cueva de la Plata Oeste, enrejada pero sin cadena con el trasfondo del mar mediterraneo.

«La cueva siempre es inmutable, como un espejo sólo refleja lo que se le enfrenta, los que tenemos emociones somos los que entramos alli y cada uno encuentra lo que lleva consigo…»

Así se expresó el presidente de la sección de espeleología Daniel Vicente, entendí sus palabras al momento porque al igual que Elena sentí allí dentro el espejo de mi alma , el reflejo de mi conciencia, miedos e inseguridades proyectadas sin más.

Daniel Vicente comenzando la gatera más angosta y estrecha de la Cueva de la Plata Oeste, como podéis ver se entra con los pies por delante.

La cueva de la plata oeste destaca no por su entrada, fácil de abordar sin utilizar ningún equipo (tan sólo hay que destrepar 3 metros de altura) sino por su gatera inmediata en un lateral izquierdo de la pared.

Plano de la Cueva Plata Oeste.

Al reptar como lagartijas notaremos el polvo de un espacio tan reducido como preocupante. Su longitud de 6 metros parece la eternidad de una tortura donde nuestro esternón sufrirá el roce de la roca, nuestras rodilleras y coderas nos darán un respiro, hasta llegar a un pequeño hueco donde estirar las costillas. Con movimientos lentos y agudos lograremos situarnos para descender a traves de una fractura laminar. La  pendiente casi vertical, no es temible gracias a la ayuda de una cuerda instalada por el grupo de espeleo-socorro. Tres parabolts con sus tornillos machos posibilitan una tirolinea de rescate.

!Si!   Al fín notamos el torax desplegado rodeados por una pequeñas sala de 8-9 m2 de superficie.

Descenso por la cuerda instalada a la pequeña sala llena de diminutas excéntricas y previa de la gran sala de la cueva de la plata en Cartagena. (Murcia)

Pequeños cristales de calcita cubren sin descanso los espeleotemas.

La belleza de la sala pequeña no responde con grandes formaciones sino tendremos que prestar atención a las minúsculas excéntricas repartidas por toda la superficie de la antesala. ¿Qué es una excéntrica? Son estalactitas de formas realmente imposibles de imaginar, sus formas irregulares se deben a la interacción de diversos factores en el proceso de formación tales como corrientes de aire , dirección del eje de cristalización, condiciones de temperatura y humedad… así como otros sin mencionar.

Espeleotemas llamados  «banderas» en el extraplomo situado en la gran sala de la cueva de la plata oeste.

No sin antes tomar las debidas precauciones ( instalación de pasamanos y cuerda estática de unos 15 metros) comenzamos el descenso vertical del pozo de unos 14 metros de altura. Un afortunado aquí presente es el primero en descender… menudo honor.Y sí las excéntricas son pequeños rubis , los espeleotemas de nombre banderas serían cuernos de márfil presidiendo nuestra presencia. Las banderas se forman al recorrer el agua paredes verticales y  deslizar lateralmente formando pliegues como los de la fotografía.

Si, si, si…un espeleólogo estrechando sus brazos en el contorno de la gran columna ademas de pegar sus labios a la formación.

Banderas, excéntricas de calcita, columnas de 5 metros de altura, estaláctitas, estalágmitas, critales de calcita … hay momentos que cuando los vives sabes que ya formas parte de ellos y ellos de ti hasta la eternidad… así me sentía en esa sala de la Cueva de la Plata Oeste … un templo natural inmune al hombre , un monumento de roca y cristal en continúa formación y destrucción, lleno de vida y pasión.