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Primera aplicación del aerobot: arqueología aérea

Como muchos bien sabéis llevo una temporada montando y aprendiendo a manejar un aerobot, un hexakopter. Bien, pues poco a poco ya le estamos sacando los primeros frutos a tanto trabajo. Nos habían encargado un trabajo muy interesante, en Coiros (Betanzos) se está realizando una excavación de un lugar muy misterioso, Pena Furada. Allí, fue descubierto por Antón Malde un petroglifo de una mujer presumiblemente embarazada y con unos órganos genitales muy voluminosos. Todo parece indicar que es una diosa de la fertilidad. Así que se inició un proyecto para conocer en mayor profundidad ese yacimiento. Ya tras varias semanas de trabajo, se encontraron cientos de piezas, se ponen de relevancia estructuras bien definidas… y se vuelve necesario poder contar con apoyo aéreo…

Allí fuimos. Y el aerobot, que a partir de este momento se ha bautizado como Escornacopter, se utilizó para recabar información desde las alturas. Arqueología aérea.

Ésta es una de las fotos ortofotos en la que se pueden apreciar con una vista general las estructuras unas respecto a las otras.

Ortofoto del yacimiento de Pena Furada.

Así que en Pena Furada hemos hecho las primeras pruebas de aplicaciones científicas y de divulgación con el aerobot. Las sensaciones fueron buenas, aparte de algún pequeño percance al final del trabajo… Además, tras este primer trabajo estamos muy esperanzados con poder sacarle otra aplicación al escornacopter como es la arqueología aérea, que puede ayudar a comprender la disposición espacial de los yacimientos de forma muy definida.

Antón Malde y Manolo Gago, promotores del proyecto, en la cima de Pena Furada bajo la atenta mirada del escornacopter.

Si queréis conocer más cosas del proyecto de Pena Furada: en Capítulo 0.

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