Al compas del silencio emerge el mar de Alboran. Con pleitesia y obediencia todas las criaturas acuáticas muestran respeto comenzando así, sus actividades matutinas.
Barco de guerra romano durante la Segunda Guerra Púnica.
Así es, delante de mi la inmensidad de sus aguas, me absorben e imagino pretéritas luchas entre romanos y cartagineses. Pues en efecto, la bahía de Carthago Nova fue el principal bastión de las tropas cartaginesas en su lucha contra el Imperio Romano durante la segunda guerra púnica, pero fueron vencidos por el rodillo dirigido por el general Cornelio Escipión «El Africano». Siento el susurro de cantos trivales a las puertas del desierto, y finalmente me parece oir un gran estallido de baterías antiaéreas situadas en la cima de Cabo Tiñoso.
Baterías antiaéreas utilizadas antiguamente en la Guerra Civil Española.
Despierto de mi trance y recupero la tensión necesaria para estirar el cuerpo hasta saltar al vacío de las aguas a una pequeña altura.
En un instante me sumerjo hasta penetrar a una profundidad de 6-7 metros y poder visionar la entrada del sifón que alimenta el lago salado de la cueva de Neptuno. Los haces de luz giran y se inclinan dando una tonalidad turquesa, los segundos pasan como el devenir de las estaciones y mis pulmones quieren estallar, me rindo a lo inevitable y regreso a la superficie del mar hasta nadar a la orilla pasional de la cala aguilar.
Interior de la cueva del Neptuno situada en cala aguilar en la Sierra de la Muela.
La cueva de Neptuno situada en el parque natural de la sierra de la Muela (Cartagena), es una gran cavidad a cielo abierto; en su interior a más de 20 metros de altura encontramos unos ejemplares de palmito (Chamaerops humilis ) de casi tres metros de altura, superdesarrollados debido a su búsqueda continua de los rayos de luz que iluminan la gran sala cubierta por el agua del mar, que fluye por una abertura a unos 10 metros de profundidad. Aquí os dejo el mapa en detalle de la cueva.
Desde luego, si la cueva es bonita nada tiene que envidiar a la riqueza de la flora y fauna del parque natural de la Sierra de la Muela. Numerosos endemismos Iberoafricanos tales como Periploca angustifolia, Ziziphus lotus, Tetraclinis articulata… Respecto a la fauna, una gran variedad de reptiles, aves y mamíferos. Estas son montañas adueñadas por el vuelo del halcón común y el águila perdicera. Los barrancos de estas sierras le dan un aspecto indómito y wagneriano.
La tarde va acabando y el atardecer enrojece nuestro semblante serio, el grupo de espeleología que acompaño ha finalizado la visita de la cueva de la Virgen o de Neptuno y yo comienzo a pensar cual será el próximo día que pueda bucear y encontrarme de nuevo con las maravillas submarinas.
Pez luna en presencia de un buceador.
