La semana pasada Juan y yo hicimos nuestra primera inmersión del año. Llevábamos tiempo deseando ir al agua pero por problemas de clima o de tiempo en el trabajo no habíamos podido ir aún. Pero de ésta vez no pasaba. Teníamos tiempo en el trabajo y según Meteogalicia el tiempo en el mar iba a ser muy bueno.
Vista de la Playa de Cabo Estai (Vigo) antes de entrar al agua. Foto: AXENA
Durante la inmersión, buscamos nudibranquios como locos, pues son animales realmente preciosos de ver, pero no vimos ninguno. Por contra, las centollas y necoras abundaban, y vimos un pececillo muy colorido escondido entre las piedras en varias ocasiones. No me atrevo a decir que especie es (si la sabéis decirnosla) aunque parece algún tipo de gobio ¿no?.
Gobio en la grieta de una roca, lástima de alga. Foto: AXENA
Pero lo mejor de la tarde estaba por llegar. Un poco más hacia dentro, y a unos 2 o 3 metros de profundidad, nos encontramos una sepia. Habíamos visto otras sepias en nuestras inmersiones, pero habitualmente se muestran asustadizas cuando nos acercamos a ellas. Para nuestra sorpresa, esta sepia no tenía ningún interés en nosotros y se dedicó a alimentarse sin preocupaciones, y cuando nos acercábamos, se mostraba tranquila ante nuestra presencia. Estuvimos más de una hora haciendole fotos y vídeos, disfrutando de las imágenes que nos ofrecía. Sin duda, un primer día de buceo excelente.
Disfrutad de la Semana Santa, nosotros nos tomaremos un descanso y volveremos llenos de energía el próximo lunes.