Tras reponerme de este shock, y de que nadie en el merendero intentara comerse el jabalí (Sierra Espuña II), nos fuimos al centro de interpretación del cual saqué cierta información.
Búho real, águila real y el arrui, la cabra montesa de Sierra Espuña, eran los animales emblemáticos del parque. Una pareja de águila real? Y de dónde sacaba la comida? Por muy grande que fuera Sierra Espuña, buena parte es pinar cerrado donde un águila tan grande no tiene mucho que hacer. Y por otro lado debajo de la sierra ya están los campos de la huerta murciana.
Como seguía lloviendo, nos dispusimos a bajar dando una vuelta, por la carretera que pasa junto al enorme hospital de tuberculosos (ahora fuente inagotable de leyendas urbanas, incluso los de cuarto milenio pasaron por allí en busca de fantasmas) siguiendo esa carretera hasta que allá, en la loma de enfrente a unos 200 m, distinguí posada una enorme águila en una especie de torre blanca…
Águila real posada en una vieja torre en Sierra Espuña.
Ampliación de la foto anterior para poder apreciar mejor al águila.
Tras ver el águila, y aún con la sorpresa de que pudiera subsistir en esta zona, pude sorprenderme más aún; este fin de semana pasado hablando con Domingo, un ornitólogo de Murcia, me comentó que no era 1 pareja, si no 9!! Las que hay allí! Deben de ser más que las que hay en toda Galicia. Y su fuente de alimentación la consiguen con asiduidad bajando a la huerta, donde aumentan sus opciones. Y desde luego no será por jabalíes pequeños, pensé para mí, si son todos tan confiados como el que vi yo… Aún así, no salgo de mi asombro.
Y lo que es mejor esto me da muchas ideas… ya os contaré…
Panorámica de la puesta de sol en Sierra Espuña en aquel día de tormentas.