Hace unos días, les conté de una ruta que hice por Burgos, hubo una estampa que me quedó grabada, la cantidad de gente que estaba caminando por alli. Sin agobiar, pero mucha gente. Una alegría.
Cada vez que hago rutas por Galicia, me pregunto ¿dónde están los senderistas? Es algo inexplicable. Los paisajes son bellísimos, hay mapas, hay señales (casi siempre), pero incluso sin ellas, hay paseos increíblemente vacíos, a pesar de días de fiesta como el miércoles. Una pena, porque si no conocemos el país, no lo podemos amar.
Pena Corneira es una pequeña joya, la frontera natural entre el pasiaje atlántico y el mediterráneo.
La ruta comienza en Lamas, al pie de una iglesia románica. Hay posibilidad de un paseo corto entre penedos, por un camino muy limpio, con escalones en zonas de más desnivel y otro paseo más laberíntico hasta la Pena, propiamente dicha.
Aún queda otoño, entre los castiñeiros y carballos. Es un zona donde concurren los amantes de la escalada, como se puede ver aquí
La descripción de la zona y como llegar al sitio está muy bien explicada en el blog de José Luis Galovart.
Como buenos seres humanos, hay una cantera interrumpiendo la armonía del paisaje.