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Culebra viperina (Natrix maura)

Los días de mucho calor, apetece dar paseos por lugares con un poco de sombra, como las riberas de ríos. En uno de estos paseos me llamó la atención la concentración de renacuajos en una zona muy concreta de una charca y como se movían en grupo de un lugar a otro, hasta que descubrí una rama encajada entre dos piedras del fondo. No era una rama!, así que esperé para ver lo que hacía. Se movió, y cuando cambió de estanque para continuar la caza pude hacerle estas fotos.

La culebra viperina (Natrix maura) es una culebra no venenosa de tamaño mediano y hábitos acuáticos que puede llegar a medir unos 80 cm., aunque su longitud media es de unos 50-60 cm.

Su morro es corto y redondeado, destacan los ojos de color naranja y con la pupila redonda, situados en la parte anterior de la cabeza. La cabeza vista desde arriba presenta generalmente, una ó dos marcas con forma de V invertida.

De cuerpo grueso y cola corta, está recubierta por escamas llamativamente carenadas. La coloración es muy variable, así como el dibujo que exhiben. Normalmente es pardo amarillenta o verde oliva,  con manchas oscuras a lo largo de la línea medio dorsal que pueden unirse y llegar a formar una línea en zigzag. El vientre es de color claro salpicado de manchas oscuras.

Presenta mimetismo con las víboras, tanto visualmente como de comportamiento, ante la presencia de un depredador (o fotógrafo), adopta una postura defensiva aplanando la cabeza confiriéndole un aspecto triangular y enrollando el cuerpo, imitando el ataque de las víboras, silbando y lanzándose hacia adelante, lo que unido a su dibujo en zigzag consigue una imitación  muy creíble. A pesar de su fantástica imitación, su mordedura resulta muy, muy rara.

Ante una amenaza, su principal estrategia defensiva será escapar, cuando no pueda, recurrirá a su mimetismo con las víboras y si todo esto falla, puede vomitar y expulsar un líquido maloliente por la cloaca para ahuyentar a  los posibles depredadores.

Una manera “fácil” de diferenciarla de la víbora, es fijarse en la cabeza, en la culebra viperina está recubierta por placas mientras que en la víbora, la cabeza, aparece recubierta de escamas, si nos fijamos más, la pupila de la culebra viperina es redonda, a diferencia de la víbora en la que la pupila es vertical. He de decir que después de fijarme en la cabeza y en sus pupilas, estando completamente seguro de que no era una víbora, algunos momentos de su actuación me hicieron dudar,sudar un pelín y plantearme cosas como usar más el zoom y menos el macro, afortunadamente se me paso el susto y pude hacer fotos de otros ejemplares, ¡Pero le concedo el Oscar!

De costumbres acuáticas, ocupa una gran diversidad de hábitats, siendo característica en orillas y riberas de charcas y ríos, su presencia esta incluso documentada en hábitats de agua salada. Se alimenta de presas que encuentra bajo el agua o sus proximidades, sobre todo renacuajos, peces y ranas. Realiza la puesta a principios del verano y los recién nacidos, aparecen a partir de mediados de agosto. De octubre a abril (dependiendo de la temperatura de la zona) hiberna en galerías, normalmente aprovecha las excavadas por roedores.

Presente en toda la Península Ibérica excepto algunas zonas costeras de Asturias y norte de Galicia; siempre está cerca del agua por lo que no es posible encontrarla en zonas secas. Aunque no está particularmente amenazada, su supervivencia depende de la calidad de los ecosistemas acuáticos.

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