Los Bloggers de Axena

Los garrapateros (garcillas bueyeras) de La Uve en Sanlúcar de Barrameda

En esa llanura inmensa, uno se puede llevar muchas sorpresas. Como son las garcillas bueyeras, Bubulcus ibis, aquí llamadas garrapateras (así las llamaré yo de ahora en adelante), porque suelen seguir al ganado aprovechando para comerse los parásitos que puedan tener ya sea subiéndose a los lomos de una oveja y buscando entre la lana, o pegándole unos buenos picotazos a la cabeza de un caballo. Y lo que es más sorprendente es que estos animales les dejan hacer todo lo que sea para que les liberen de los molestos bichejos (eso lo quiero tratar más ampliamente en otro post porque es espectacular).

Detalle de la cabeza de un garrapatero, la cabeza es más compacta y robusta que otras especies del género Ardeida (garzas y garcetas). Foto: Nikon Coolpix P100.

Allá en Galicia en mi vida había visto una, pero aquí las hay a patadas por todos los lados. Y son animales increíblemente interesantes. Como nos comentaba nuestro amigo Antonio, un pastor de ovejas de la llanura de La Uve, estos animales se comen todas las bacterias del ganado!! Y no le falta razón, de forma indirecta comiendo las garrapatas, moscas.. etc., seguro que se comen un montón de bacterias, e incluso impiden infecciones bacterianas a través de las picadas de estos bichos. Obviamente la córnea de las garrapateras no es un microscopio electrónico de 2000 aumentos…

Recordáis ese canal de agua del que hablé en el post de los milanos de la semana pasada y con la técnica del coche-hyde?. Pues nosotros nos colocamos a tan sólo unos metros de ese canal infecto.

Llanura de La Uve, el hueco tras la paja seco es el susodicho canal. Foto: Nikon Coolpix P100.

El resultado fue sorprendente. Después de hora y media de espera, y ya casi con el partido de la final del mundial empezando (sí, Manuel y yo estabamos allí en medio de la nada cuando toda España estaba pendiente del partido de la historia…), aterrizaron un par de ellas a nuestro lado!! Justamente no estabamos preparados (estabamos merendando y escuchando el partido) así que sacamos los objetivos de las cámaras con cuidado, animales huidizos!, nos sintieron, y rápidamente pusieron distancia por el medio.

Al cabo de un rato volvieron a posarse de nuevo, y ahora sí, teníamos la cámara preparada apoyada sobre el marco de la  ventana del coche.

Estos dos garrapateros están muy pendientes de unas posibles presas, unos pequeños peces obligados a subir a la superficie debido a la anoxia (escaso oxígeno disuelto en el agua) provocada por la eutrofización (exceso de nutrientes) del canal. Foto: Nikon Coolpix P100.

Pez que subió hasta la superficie para boquear un poco de aire con el que poder respirar en esas augas sin oxígeno. Foto: Nikon Coolpix P100.

Las habilidades del garrapatero no sólo le permiten garrapatear a otros sino también practicar el auto-garrapateamiento a sí mismo. Foto: Nikon Coolpix P100.

Vista frontal del garrapatero. Foto: Nikon Coolpix P100.

Vista trasera del garrapatero. Foto: Nikon Coolpix P100.

Aunque se alimente de cierto tipo de bichos no muy agradables, la figura del garrapatero es tremendamente bonita. Foto: Nikon Coolpix P100.

Uno de los individuos que fotografiamos tenía enredada una cuerda en las patas. Sin embargo, el animal era capaz de moverse con considerable agilidad en estas condiciones. Foto: Nikon Coolpix P100.


Aquí se le puede ver pegando el salto que le permitirá iniciar el vuelo, fijaros en la cuerda que le ata las dos patas. Foto: Manuel Suárez Fuentetaja Nikon D80.

Esperemos que le vaya bien.

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