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Haliotis, la oreja de mar

Como sabéis, además de los vídeos realizados para Mar por dentro, habitualmente encontramos otros animales que también merecen nuestro interés, pero que por circunstancias de filmación o por lo raro de encontrarlos, no van a ser protagonistas en los capítulos. Hoy quiero daros a conocer a otro de estos animales, la oreja de mar, también conocida como abalón.

Imagen de la concha del haliotis por las dos caras

La oreja de mar es un molusco gasterópodo (como los caracoles) con diversas especies agrupadas todas ellas dentro del género Haliotis. En base a la especie tienen diferentes tamaños y características, aunque de forma general, todas presentan una concha de forma ovalada, que tiene varios agujeritos y que tiene nácar por dentro. El individuo lleva la concha encima (igual que el caracol) y repta por el fondo de su hábitat alimentándose de macroalgas, ayudándose de un órgano llamado rádula, que raspa la superficie del alga para que el haliotis lo ingiera. En caso de peligro, el animal saca el agua a través de los agujeritos y de esa forma queda más fuertemente amarrado al fondo.

Esquema general de la rádula de los gasterópodos y su funcionamiento.

Los haliotis habitan en prácticamente todo el mundo y aunque se consideran de aguas tropicales o subtropicales, podemos encontrarlos en Galicia, restringidos a poblaciones concretas como por ejemplo en las costas de Bueu. Los animales de Galicia son de la especie Haliotis tuberculata, una especie que puede alcanzar los 12 cm de concha, por los 30 cm de concha que puede alcanzar Haliotis rufescens, el mayor de los haliotis.

Nuestro invitado de hoy en estado puro (Foto obtenida en la ría de Aldán)

Como curiosidad, y ya que estamos tratando el tema de la acuicultura, es una especie que se come (la parte que se come es el pie musculoso del animal) y de gran valor en Japón y otros países asiáticos. Aquí en Galicia apenas se trabaja, porque es una especie que no se sabe por qué puede durante un tiempo acumular toxinas en valores muy por encima de los permitidos y la detoxificación es muy lenta. Además, no existe un mercado propiamente dicho con intermediarios que lo compren. Prueba de ello es que la cofradía de Cangas recolectó individuos del medio y los saco a la venta en lonja en dos ocasiones, pero al no tener compradores, devolvió los animales al agua. El precio de salida de la especie local, Haliotis tuberculata, es de 40 € el kg, mientras que las especies de alto valor de mercado se pagan a 100 € el kg fresco y 900 € el kg deshidratado. Actualmente se está volviendo a trabajar con estos animales en cultivo y en recolección directa del medio natural, con intención de exportarlo.

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