Turritopsis nutricula es una especie de medusa que se ha hecho famosa por un pequeño detalle: se cree que es el único animal que no tiene un límite en su esperanza de vida. Dicho con otras palabras: se cree que es inmortal (bueno, eso si no se lo zampan o se pone enfermo, claro está).
Foto de Peter Schuchert
¿Y cómo consigue esto? El truco está en que en caso de que las condiciones sean desfavorables (falta de alimento, daño físico, etc.) es capaz de revertir de un estado adulto a un estado de pólipo inmaduro (que es el primer estado de la vida de una medusa) y repetir este ciclo una y otra vez. Este proceso se denomina transdiferenciación, y consiste en que las células de la medusa pasen de un estado diferenciado (es decir, que tienen una estructura y función específicas como por ejemplo célula muscular o epidérmica) a otro estado desdiferenciado en el que la célula tiene de nuevo la capacidad de transformarse en cualquier tipo celular.
El hecho de que estas medusas sean capaces de repetir este proceso con regularidad sin límite de veces hace que no tengan un límite de vida. Otro dato de esta medusa es que se ha observado últimamente una expansión enorme. De ser una especie de aguas caribeñas ha pasado a encontrarse en prácticamente todos los océanos del mundo.