Otra de las rutas que hicimos en el Parque de Redes fue la denominada Cabeza del Arcu (1602 m). Una ruta que a priori no ofrecía ninguna dificultad, salvo la advertencia de que había que estar atentos a las señales porque podía haber algun problema de orientación y terminar enriscándose.
Es una ruta circular que nos permite conocer el valle de Xulió, una de las joyas desconocidas de Redes.
La ruta tiene un desnivel de unos 965 m y en cinco horas y media se hace.
Eso si no te pones a curiosear, como nosotros y en vez de ir por donde debes, das un rodeo del quince, agregando tres horas a la ruta :)
Comienza la andadura en el pueblo de Caleao, de donde parte la ruta cruzando el río. El camino lleva el río siempre a la izquierda hasta alcanzar el puente de La Campa.
Se prosigue ahora la ascensión alejándose del río hasta La Porquera, donde existe una cabaña y desde aquí se reanuda por el sendero que remonta el valle de Xulió. Después de una ascensión se atraviesa enseguida la portilla de hierro que cierra el valle.
La portilla de hierro, no la llegamos a ver, ya que un poco antes hay un camino que va hacia el río y otro que sube rodeando un monte, por más que merodeamos un trecho y otro no vimos señales, así que decidimos que «obviamente» el camino tenía que ser el de ir a la derecha y arriba, hacia abajo nos parecía muy sencillo.
La subida fue durilla, pero con vistas espectaculares y al cabo de un buen tiempo, llegamos a la mitad de la ladera. Y retomamos el intinerario marcado.
Tras una breve ascensión por la ladera occidental, se alcanzan las primeras cabañas de la majada de Xulió.
El itinerario abandona la majada dejando siempre el muro de piedra a la izquierda. Se aprecian entonces al frente tres depresiones; el itinerario cruza la depresión central, dejando a la izquierda el cauce. Cuando el valle se abre, el sendero gira a la izquierda para ascender hasta la Collada’l Arcu, donde se ve el Mayáu de Pandellina, siguiente hito del itinerario, y al inicio del desfiladero de Los Arrudos.
El descenso se realiza por la ladera contraria del collado, hacia el fondo del valle de Pandellina. En determinado momento, el camino se estrecha a su paso por una pequeña foz y el río deja de verse. A partir de este punto, la senda inicia un fuerte descenso en zigzag hasta el Mayáu del Felgueru, desde donde no resta más que tomar la cómoda pista que en descenso parejo al del «ríu» Los Arrudos, con vistas espectáculares a los acantilados regresa hacia el punto de partida de la ruta en Caleao.
No tengo muchas imágenes del descenso, ya que nos llovió agua nieve por un buen trecho.
Pese al cansancio, valió la pena el desvío. Es más, yo recomendaría agregarlo en los mapas y si quieres andar un poco más, haces unas 9 horas de una marcha buena con dos coronaciones y vistas increíbles.
