Al hilo del post de Juan sobre las evidencias del cambio climático en Galicia, que son un poco pobres al menos en lo que se refiere a fauna, podemos poner varios ejemplos de problemas que se están detectando.
La reproducción de los anfibios está regulada habitualmente por los parámetros de lluvia y temperatura, y en este escenario cambiante cada vez nos encontramos más con fallos en la reproducción de varias especies debido a los cambios en las «épocas» de lluvia.
En Galicia estamos acostumbrados a una amplia tradición de lluvia más o menos constante a lo largo del año, pero que últimamente se concentra en momentos puntuales, creando inundaciones y problemas derivados de una alta cantidad de lluvia en poco tiempo.
La reproducción de la rana patilarga (Rana iberica), se extiende desde octubre-noviembre hasta final de primavera, dependiendo de la altitud y la localización. No debería de tener problemas ya que usa medios permanentes (ríos, arroyos), pero en los dos últimos años hemos detectado problemas en el éxito reproductor de una población costera del sur de Galicia. Con las primeras lluvias las parejas se acercan en amplexus al arroyo para depositar su puesta.
Las puestas suelen depositarse en el fondo del arroyo, intentando protegerlas de la corriente bajo piedras, troncos, o adheridas a la vegetación. Sin embargo, ante este escenario cambiante de precipitaciones, es habitual que las puestas se depositen en zonas de inundación que no mantienen el nivel de agua a las pocas horas de que cesen las lluvias, por lo que las puestas se ven bajo el riesgo de desecación.
Al cabo de unos días las puestas comienzan a sufrir los efectos de los ataques de hongos, que amenazan su viabilidad, hasta llegar a producir la muerte de los embriones, si antes no se han desecado.
