Los Bloggers de Axena

Buitres leonados

sobreroca
Aqui reaparezco. Y creo que con algunas cosas bonitas. Me ha tocado en ésta primera quincena de marzo recorrer varios pueblos y ciudades de Málaga. Lo primero que vi cuando revisé mapas de rutas, era que tenía dos cosas completamente tentadoras. Los buitres leonados de las sierras de Grazalema, Líbar, del Padrastro y de Ronda, pueblos todos por donde tendría actuaciones y el hecho de que atravesaría los desfiladeros de los Gaitanes y su imponente Chorro, el Valle de Abdalajís y su reserva de lobos. Eso sin contar la decena de embalses entre el Río Guadairo, el Guadalteba y el Guadalhorce, todos ellos parada obligatoria de todas las aves que cruzan el planeta en estos meses.
Demasiadas cosas, pocos días y sin olvidar que yo estaba trabajando.
Asi y todo, logré cumplir con el trabajo y con mis curiosidades.

Sierra del Padrastro- Cañete la Real
Comienzo hoy por contarles mi experiencia con los buitres. Desde el segundo día, me «persiguieron». Sinceramente creo que mas de una vez me arriesgué mas de lo aconsejable en carreteras plenas de curvas, por intentar seguir su trayectoria de vuelo. Sin soñar que al final, tanto anhelo se vería premiado.
Se puede decir que tuve «tres encuentros cercanos».
Uno por la carretera A 369, que une Ronda con Algeciras, pero atravesando el Valle del Genal y sus sierras.
En lo alto del monte les vi y cámara en mano corrí hacia ellos. Los toxos me cortaron la subida cuando ya estaba al pie. Si oís bien, toxos. Entre encinas y alcornocales. En flor y plagados de las adorables espinas que tan bien conocemos por nuestros montes. Asi y todo, logré unas buenas tomas.
Otro acercamiento, fue rodeada de frikies ingleses, al pie de la Cueva de Gata en Benaoján. Fantásticos.
Y el mejor de todos, el último día, para completar una jornada increíble, donde había pasado la mañana fotografiando lobos, llegaron los nidos de los buitres en la pared del monte Atalaya en la sierra del Padrastro en la carretera M476, una comarcal que une El Burgo con Almargen.
Creo que las imágenes hablan por si solas.
Que conste que estan un poco fuera de foco (la emoción) y con colores un poco planos, mi 70-300mm no da para mas. Pero bendita la hora que lo puse, eso si, no se comparaba con el 800mm que me prestaron un pequeñísimo minuto y que me regaló la imagen del comienzo.

Vi desde la carretera ésta imágen y me lancé hacia el monte.

Llegué a contar mas de cuarenta sobre mi cabeza

El monte tiene una ruta que le circunvala, no sabía muy bien si comenzar a la izquierda y a la derecha, pero entonces vi como a mi izquierda llegaba otro buitre. Decidí ir hacia alli. Por suerte.

Allí en lo alto, dos nidadas enormes.

Mas de veinte buitres en cada una


Al verme algunos comenzaron a asomarse al borde.

Y a levantar vuelo

Uno tras otro.

Hacia el cielo azul

Volando sobre mi cabeza

Desplegando sus alas enormes.

Hubiera tirado mas de las 150 fotos que hice, pero solo faltaba una hora para mi función y yo debía bajar del monte, correr a campo través, atravesar el pueblo, encontrar el teatro, encender las luces, vestirme y salir a escena. Pero les aseguro que las prisas bien valieron la pena. La semana que viene, mi visita lobuna.

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