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La orangután Green ya está con los suyos

La orangután Green yace en el lecho de un centro de recuperación de fauna en Indonesia. Una hemorragia cerebral, sufrida después de que destruyeran su hogar en la selva, la dejó paralizada del lado izquierdo. Llegó aquí en el remolque de una camioneta, dentro de una bolsa de transporte. Un gotero conectado a su pierna intenta retenerla en un mundo que ya no le pertenece. Mira hacia el techo de la habitación y desde allí recuerda a su familia perdida y la destrucción de la exuberante selva que un día fue su hogar.

Inmensa tristeza en la mirada de Green después de que los seres humanos le hubieran arrebatado todo.

 

Los últimos días de la vida de la orangután Green fueron recogidos por el cineasta francés Patrick Rouxel en el filme “Green: Death of the forest”, que ha logrado multitud de premios. Esta película no tiene diálogos, ni siquiera voz en off, solo imágenes y sonidos. Imágenes de destrucción vistos desde los ojos de una orangután a la que le arrebataron todo. El propio Rouxel declaró “Green murió de tristeza”.

Documental completo de Green: Death of the forest, un filme que ha recibido multitud de premios y que relata la destrucción de la selva vista con los ojos de Green, una orangután que lo ha perdido todo. No tiene diálogos, todo el mundo puede entenderlo. Aquí también puedes visualizar un trailer de medio minuto TRAILER DE GREEN

 

El documental Green: Death of the forest, rodado en 2009, es una denuncia de la destrucción de las selvas indonesias para extraer madera y hacer gigantescas plantaciones de palma aceitera de la que se extraen productos para la alimentación, cosméticos y, cada vez más, para la producción de biocombustibles, de la crueldad con los animales y del comercio ilegal de mascotas que prospera en medio de la destrucción de los bosques. El libro Guinness incluyó, en su edición de 2008, a Indonesia por tener la tasa de deforestación más alta del mundo. Un triste record que deja tras de sí un enorme reguero de dolor de «los que no tienen voz».

Imágenes del documental Green: death of the forest. A la izquierda joven orangután, a la derecha, hembra adulta en estado de shock, compañeros de Green, son «rescatados» del lodazal en el que han convertido su bosque para transformarlo en una plantación de palma aceitera.

 

Cinco años después de la muerte de Green la situación apenas ha cambiado en Indonesia. El 26 de febrero de 2014, Greenpeace denunciaba que la destrucción de las selvas vírgenes para establecer nuevas plantaciones de palma aceitera seguía sin control y acusaba directamente a empresas como Procter & Gamble, fabricante de marcas como Pantene, Head & Shoulders, Dodot, Gillette, Max Factor o Duracell de ser las responsables de esta destrucción que está llevando a una situación crítica a las poblaciones de especies tan amenazadas como los orangutanes o los tigres de Sumatra (ver noticia)

Plantación de palma aceitera en Indonesia en un lugar que antes había sido una espesa selva. El aceite que se extrae de los frutos de esta palmera se emplea para la alimentación, cosmética y, cada vez más, para la producción de biocombustibles.

 

La deforestación a manos del ser humano no solo se está cebando con Indonesia. África, Amazonas, Alaska… están siendo esquimados día a día. La destrucción de la naturaleza no conoce fronteras. En la misma Galicia estamos acabando con nuestros bosques autóctonos para convertirlos en plantaciones de eucaliptos o gigantescas granjas de ganadería extensiva, y a esta destrucción le hemos puesto un eufemístico nombre, “poner en valor el monte(Ver Sierra del Barbanza, la cuadra medio ambiental de Galicia).

 Green, una mamá orangután que pasa sus últimas horas en un colchón del centro de recuperación al que ha sido traladada. Está sola en un mundo que ya no le pertenece.

 

“Los seres humanos son una plaga sobre la Tierra” estas palabras fueron pronunciadas por el famoso naturalista David Attenborough cuando logró el premio Príncipe de Asturias 2009, “cuando empecé a rodar documentales hace 60 años en el mundo solo había 2.000 millones de personas, ahora somos alrededor de 7.000. Si la humanidad no frena su crecimiento, la naturaleza lo hará”, añadió. El Homo sapiens, como especie, nos comportamos como un virus mortal, que se replica sin cesar y ataca a su huésped sin pensar que la muerte de éste traerá consigo la suya propia. Somos muchos y muy crueles con los seres que nos rodean. Mi homenaje y recuerdo a Green y a todos los animales que sufren por culpa de los seres humanos.

MAN, maravilloso corto de animación, realizado por el diseñador gráfico londinense, Steve Cutts,  que sintetiza, en poco más de 3 minutos, el tremendo impacto que está causando el ser humano en el Planeta. Debería enseñarse en todos los colegios con la esperanza de que las siguientes generaciones sean un poco más respetuosas con el medio ambiente y el sufrimiento animal de lo que estamos siendo nosotros.

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