El Altar de Pérgamo en Berlín

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gigante pergamo
Museo de Pergamo en Berlin

Si hay un museo del que no me canso ese es el Pergamon de Berlín. La primera vez que entré no me esperaba para nada lo que allí me encontré. Nada más entrar, sin paños calientes, apareces en una enormísima sala donde aparece una estructura de tamaño descomunal, es el propio Altar de Pergamo de la acrópolis de esa ciudad que fue reconstruido dentro del museo! Fijaros en la visión de la sala en esta panorámica de 360 grados (lo siento que no quedara perfecta).

En 1878 el ingeniero alemán Carl Humman comenzó oficialmente las excavaciones de la acrópolis de Pérgamo, Asia Menor, en la actual Turquía. Su intención era rescatar los preciosísimos frisos que adornaban varios edificios. Sí, finalmente, tras el rescate decidieron desmontar todas las piezas y con el consentimiento del gobierno turco llevarlas a Alemania. Una vez allí, restauradores italianos cuidaron de las esculturas de mármol y lo volvieron a montar completamente. Era tal la magnificencia de la obra que decidieron hacer un museo suficientemente grande donde poder exponerla en su totalidad, y ahí nació el Pergamon de la Isla de los Museos en Berlín. Eso de quitar las obras de arte de un país para otro desde luego suena a robo completamente, pero tengo que reconocer que al menos, su cuidado y exposición es exquisito, y el impacto que genera en los visitantes no deja a nadie indiferente.

En esta panorámica podéis acercaros a la magnificencia de una parte de los frisos del famoso Altar de Pérgamo. En el friso se cuenta la legendaria batalla entre los dioses del Olimpo y los Gigantes por el poder absoluto, también conocida como la Gigantomaquia (la guerra de los Gigantes), los hijos de Gea. Una de las partes más espectaculares sin duda es donde aparece Atenea, que con una fuerza descomunal está levantando por los pelos de la cabeza a un gigante que parece muerto de miedo, ya que decía la mitología que si dejaban de pisar la tierra (Gea) entonces se les podía matar. Haced sonar una buena música, ponerlo a pantalla completa en modo automático o hacer zoom en los detalles que más os llamen la atención. Espero que os guste.  Estos días pondré las otras dos partes del friso.

Frieze of the Pergamon Altar (I), Pergamon Museum in Berlin by Xurxiol on Photosynth

 

3 Comentarios

  1. Personalmente el caso de Pergamo es un expolio en mayúsculas y su devolución a Turquía debería ser inmediata, porque no estamos hablando de una pieza pequeñita estamos hablando de un altar entero, cuya ubicación es conocida y a un pais que actualmente cuenta con una solvencia económica y arqueológica suficiente para garantizar su conservación en el mejor estado posible. No niego que Alemania debiera recibir una compensación económica como guardiana del monumento, pero seguro que Turquia sería capaz de pagar eso. No estamos hablando de devolver todos los restos arqueologicos y debería establecerse un criterio de garantías de estabilidad económica y de conservación del monumento.

    Del mismo modo Turquia debería devolver ciertas piezas obtenidas durante la máxima expansión del imperio otomano o mismo España debería devolver el Templo de Debod si Egipto lo reclamase, por muy regalo que fuese, y las condiciones en Egipto fuesen diferentes. Los monumentos creados para un lugar en concreto deberían volver al mismo, porque el tipo de piedra, la ubicación, su orientación explican mucho sobre el historia del monumento y de la civilizacion que lo creo.

    Recientemente ha habido una polémica por el caso de los arcos islámicos del palacio de la Alfajería en Zaragoza. El museo arqueológico nacional los cedió mientras estaba de obras de reforma del propio palacio, ahora los quiere recuperar y esta en su derecho porque es dueña de los mismos y Zaragoza quiere que se queden. Para mi lo lógico que los arcos estuvieran en su ubicación original para facilitar su contextualización in situ en vez de un museo alejado 500 km, y esto sería relativamente fácil porque hablamos del patrimonio de un mismo país y aun así hay celo y disputas.

  2. Las naciones que han expoliado, o se han aprovechado de autoridades manejables de otros países, para hacerse con obras de arte, suelen ser reticentes a devolverlas. Recuerdo, por ejemplo, a los egipcios pidiendo infructuosamente al gobierno alemán la devolución del busto de Nefertiti o al británico la Piedra Rosetta; o a los griegos solicitando, también sin pena ni gloria, a los museos occidentales, especialmente al British Museum, que devuelvan los frisos del Partenón.

    A veces suena la flauta, como sucedió con la devolución a Etiopía, por parte del gobierno italiano, del impresionante obelisco de Aksum que se habían llevado en 1937. Pero por desgracia, esto no es la norma.

    La merecida mala fama se la llevan ladrones de arte tipo Eric El Belga, pero los estados a veces son peores.

  3. Por aportar también otro argumento a la discusión, existen obras de arte históricas, que se las podría considerar un bien de la humanidad, más allá de su pertenencia a un país. Además muchas de ellas por diferentes motivos pueden ser mal gestionadas o dejarse abandonadas hasta un deterioro tal que suponga su destrucción o que simplemente una mala gestión haga que ese bien de interés cultural general recaiga sobre manos privadas. En estos casos, yo personalmente veo más que factible que se expongan con todo mimo y cuidado en cualquier otro sitio, y que cualquiera pueda ir a verlas a aprender y a disfrutarlas.

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