Los Bloggers de Axena

El interior de mina Carolina

En un post anterior os había prometido que volveríamos a explorar un mina situada en el collado de Aciera. Una mina situada en el término municipal de Quirós (Asturias). En el post anterior no habíamos podido adentrarnos por que no llevábamos los medios de seguridad adecuados.

 

Vista desde las galerías más altas hacia la sala de entrada

En esta ocasión accedimos al lugar desde Aciera (Quirós) en lugar de hacerlo desde Villamejín (Proaza), por ser el camino mucho más corto y con el material resultaba más cómodo. Al llegar a la boca de mina no teníamos mucha esperanza, por la altitud y la verticalidad de la ladera, encontrar un gran mina. Nada más lejos.

Los diferentes niveles de la mina y la cantidad de galerías

Accedimos al interior y nos encontramos una gran sala de siete u ocho metros de altura que comunica con otra de tamaño similar. Cada una de ellas se encuentra agujereadas por galerías como un queso gruyere. Las galerías están distribuidas en tres alturas-niveles y apenas son de unos 20 a 25 metros con interesantes restos de minerales.

Algunas galerías resultaron más interesantes en cuanto a bichifauna. En las galerías más profundas empezamos a encontrar indicios de vida animal. Restos de guano en cantidades de relativa importancia aumentaban el interés por llegar al fondo. Y con algo de suerte si que encontramos algún ejemplar del pequeño murciélago de herradura, en plena hibernación.

Encontramos varias murciélagos de herradura
Murciélago hibernando

También encontramos las típicas espeleoformas (estalactitas, estalagmitas y columnas) de pequeño tamaño la mayoría aun que alguna sobrepasaba los 80 cm. Lo preocupante fue cuando en uno de los rincones mas profundos, donde la concentración de espeleoformas ya era muy relevante, encontramos decenas de estalacgtitas rotas, tiradas; casi sembradas por la cueva.

Una columna de casi un metro de altura
pequeñas y jóvenes estalactitas
una comuna de 80 u 90 cm. rota
una fractura nos muestra la fragilidad casi como cristal de una estalactita

Esta parte nos fastidió un poco la excursión, pues parece muy poco probable que una cabra o un pequeño murciélago haya roto todo aquello. El desconocimiento en este campo sigue siendo una asignatura pendiente. Comprender como llegan a formarse estas estructuras, el tiempo que se necesita y lo delicadas que son; aun que no lo parezca.

decenas de puntas de espeleoformas rotas

Pero a pesar de este varapalo aun quedaba una sorpresa más. Ya recogiendo para irnos, nos dimos cuenta que en la entrada donde teníamos el equipo había pequeños hoyos en el suelo de 3×3 de un metro de profundidad, pero en el último algo esquinado y oscuro nos topamos un inmenso agujero. Aquello no era un mero pozo, es un agujero de más de 30 metros y de 20 metros de diámetro. ENORME.

Axenas aquí necesito refuerzos, pensé…

Un enorme foso de 30 metros de profundidad que quedó sin explorar… :(
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