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El intrépido Correlimos tridáctilo

Pocos humedales se pueden comparar en belleza a las Salinas de San Pedro del Pinatar. Un lugar como pocos, donde los diferentes hábitats y ecosistemas se entremezclan dotándolo de vida y magia singular. Parece como si la Pacha Mama hubiera dejado en este rinconcito de la Región Murcia todas y cada una de sus cualidades.

En su lugar preferido, el correlimos tridáctilo ( Calidris alba ) corretea en busca de comida en las playas de las Salinas de San Pedro del Pinatar.

Caminando, paseando como si flotaramos aletargados por la calma y la quietud de sus aguas, las salinas nos presentan imágenes impactantes tanto por su cercanía como su espectacularidad; flamencos, zampullines, espátulas, gaviotas, cigueñelas…Todos conviven en paz mientras cientos de fieles espectadores se desviven por formar parte de esa comunidad natural, serena y magnánime.

                                                             

   No para de correr, si os encontraís al correlimos tridáctilo ya sabeís que os espera.

Recorriendo playa Derribada, al son de su caminar, varias parejas de formidables Correlimos tridáctilos (Calidris alba) nos recibieron.Impetuosos, se situaban en el recorrido que dejaba la ola al plegar su embestida contra la arena, como auténticos corredores  buscabas pequeños animales invertebrados. Su tamaño de unos 20 cm de longitud con su aspecto rechoncho y su blancuzco color le confieren un aspecto muy simpático.

Es un ave invernante y en pequeños grupos se puede disfrutar de sus alardes. En España la población durante el invierno asciende a unos 1.200 ejemplares, y en Murcia es habiual de las Salinas de San Pedro del Pinatar, las Salinas de Marchamalo, Lo Poyo…y casi todos los humedales que rodean la franja costera del Mar Menor.

                                                              

Los últimos  rescoldos de la llama solar se escapa ante la presencia de uno de sus hijos.

Formamos parte de la naturaleza, cobramos vida al nacer, al igual que lo hace el flamenco o un diminutos insecto. Somos parte de ese todo al que nombran las diferentes culturas como Gaia, Pacha mama (deidad incaica), madre naturaleza o simplemente, diría yo, nuestro hogar. No debemos dejar de admirarla y respetarla, otra forma de entender la naturaleza nos aleja de ella, y por tanto, de nosotros mismos.

Les ofrezco mi tributo a ese maravilloso día con estas bellas fotografías sacadas de la inspiración de su autora Susana.

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