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Sierra del Barbanza, la cuadra medio ambiental de Galicia

El anuncio de la Xunta de Galicia no puede ser más alarmante para el medio ambiente gallego: la Consellería de Medio Rural, después de reunirse con ganaderos y algunos alcaldes, amenaza (nunca mejor dicho) con aumentar el número de vallados ganaderos que actualmente inundan los montes de la Sierra del Barbanza (sur de la provincia de A Coruña) y exportar este modelo a otros lugares de Galicia (ver noticia). Si alguien pensaba que la “desfeita ” ambiental es un problema exclusivo de la costa, está equivocado.

Alambre de espino en el Barbanza
Alambre de espino en el Barbanza

La imagen típica de la Sierra del Barbanza ya no son sus dólmenes o sus increíbles paisajes. El alambre se ha convertido en el símbolo de una sierra cuyo medio ambiente agoniza (ver noticia).

 

En el año 2011, varias asociaciones de ganaderos del Barbanza se quejaban de que unos lobos habían atacado a terneros y potros, que se encontraban en el monte, sin unos mínimos sistemas de protección contra ataques de cánidos y pidieron batidas. Según ellos, era necesario reducir el importante número de lobos que había en la zona (ver noticia). En 2013, solo dos años después de que aquellos ganaderos pidieran las primeras batidas, ya no queda ni un solo ejemplar del milenario lobo ibérico del Barbanza (Canis lupus signatus) en toda la sierra.

Lobos ibéricos (Canis lupus signatus) muertos en el Barbanza en 2012

En 2011 asociaciones de ganaderos solicitaron a la Xunta de Galicia (y lo consiguieron) un plan para reducir el número de lobos ibéricos del Barbanza. En la actualidad ya no queda ni un solo lobo en toda la sierra.  (Foto de la izquierda) en abril de 2012, poco después de la realización de varias batidas, fue encontrado por la asociación animalista Vox Anima el cadáver de un macho de lobo ibérico (Canis lupus signatus) en el borde de un camino, a donde probablemente logró llegar después de escapar herido de una batida. (Foto de la derecha) hembra de lobo ibérico (Canis lupus signatus), encontrada en esas mismas fechas por Axena ,enganchada en un lazo de acero que alguien había colocado en un cierre ganadero en Boiro.

 

Además del exterminio del lobo, en los últimos lustros empezaron a proliferar innumerables pistas que rebanan los bosques como un cuchillo y multitud de cierres ganaderos, en sus diferentes  versiones: en forma de red, con alambre de espino, electrificadas… por supuesto, financiados, en gran parte, con dinero público, que se extienden a lo largo de docenas y docenas de kilómetros y han convertido los montes del Barbanza en una gigantesca finca ganadera incompatible con muchas especies animales que necesitan un mínimo de intimidad para subsistir y procrear. Si Finlandia es conocido como el país de los mil lagos, la Sierra del  Barbanza se ha ganado a pulso el título de la tierra de las mil pistas y los mil cierres ganaderos.

 

Potros Barbanza caminando por pistas

Imagen cotidiana del Barbanza, potros de pocos días deambulando por montes y caminos, sin ninguna protección, o como máximo protegidos por una alambrada de espino, que es ineficaz para evitar ataques de cánidos. Había dos soluciones para evitar los ataques: cuidar adecuadamente a los potros de pequeña edad (un lobo difícilmente puede matar a un caballo adulto) o exterminar a los lobos. No hace falta decir que opción eligieron ganaderos y Xunta de Galicia.

 

No contentos con este desastre, la Consellería de Medio Rural, ahora amenaza con autorizar (y se supone que financiar) más cierres en el Barbanza y extender la ganadería por toda la sierra. Según la Xunta de Galicia, este es el mejor sistema para acabar con los incendios forestales. Después de esto, no es descartable que la Xunta publique un estudio que se titularía, “El alambre de espino, el mejor amigo del bombero”, que se pondría a la venta en kioskos y gasolineras.

 

Cierre ganadero y pistas en el Barbanza

Estampa cada vez más común en la Sierra del Barbanza. Cierres ganaderos sin fin e innumerables pistas cortando los montes. Según la Xunta de Galicia, el alambre es el mejor remedio contra los incendios forestales. Ya dijo George Bush en su día que el mejor sistema para evitar incendios era cortar los árboles. Cientos de cabezas de ganado pisoteando y destrozando el matorral y el sotobosque impiden la cría de multitud de especies animales que prosperan en esos ecosistemas.

 

Hace algún tiempo publicaron en un medio de comunicación: “Picos de Europa es una enorme explotación ganadera subvencionada en la que se contruyen pistas nuevas y vallados por todas partes e incluso se matan lobos con dinero público”.  Inmejorable definición de lo que es actualmente la Sierra del Barbanza. La apropiación de toda una sierra en beneficio de unos pocos. No entraremos a valorar si esta ganadería extensiva, fuertemente subvencionada, es rentable económicamente o no (ver noticia de potros a 40 euros), lo que sí parece claro es que se está convirtiendo en un gravísimo problema ambiental  en el Barbanza. Otra ganadería, más respetuosa con la naturaleza es posible y otra Consellería de Medio Rural, también.

 

Cartel cierre ganadero

Cartel anunciando la construcción de uno de los múltiples cierres ganaderos que abundan en la sierra del Barbanza, por supuesto, con financiación pública, por importe de 72.982 euros más IVA. Sin entrar a valorar el aspecto económico, lo que sí parece claro es el impacto negativo que están provocando en el medioambiente. Y la Xunta quiere más.

Y finalmente, el Barbanza ardió de nuevo

Entre finales de agosto y principios de septiembre de 2013, es decir, solo un mes después de que la Consellería de Medio Rural anunciara su intención de extender, todavía más, los vallados ganaderos por el  Barbanza y exportar este modelo a otros lugares de Galicia, con la rocambolesca teoría de que la mejor manera de evitar que el matorral y el sotobosque se queme es que miles de cabezas de ganado lo destruyan antes, una ola de incendios asoló el territorio gallego. Irónicamente, una de las zonas más afectadas por el fuego fue la Sierra del Barbanza. Ayuntamientos barbanzanos con enormes cabañas de ganadería en sus montes como Boiro y Porto do Son, fueron de los más devastados por el fuego. Curiosamente, el ayuntamiento de  Noia, donde casi no hay ganado mostrenco, se libró casi totalmente de los incendios. Llenar el monte de parcelas y miles de cabezas de ganado subvencionado podrá suponer un beneficio económico para unos pocos pero perjudica gravemente a la fauna y supone una molestia a los vecinos y turistas que quieren disfrutar del monte. Y cuando un día de fuerte viento del norte, después de semanas sin llover, un mechero criminal prende fuego, las vallas no sirven de nada. Bueno sí, para gastar dinero después (posiblemente público) poniendo otras nuevas. (ver noticia, Barbanza ya es la zona de Galicia más dañada por la ola de incendios)

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