¿Qué demonios explotó en los montes de Cando de Arriba?

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En enero de 1994 algo explotó en los montes que rodean la pequeña población de Cando de Arriba, en el ayuntamiento coruñés de Outes. La tremenda detonación arrancó de cuajo grandes árboles y los arrojó, junto a toneladas y toneladas de tierra, a unos cien metros de distancia. En el lugar del estallido quedó un cráter de casi 30 metros de largo, 15 de ancho y 1,5 metros de profundidad. Pocas horas después, los vecinos, que viven a apenas 100 metros, encontraron el gran agujero. Ese día nació uno de los grandes misterios para la ciencia que algunos bautizaron como el “pequeño Tunguska”.

 

Cando de Arriba
Foto de los años 90 en el que se puede observar el gran cráter que ser formó tras la misteriosa explosión acontecida en Cando de Arriba (ayuntamiento de Outes) en enero de 1994.

 

 A las 8:14 horas de la fría mañana del 18 de enero de 1994, cientos de personas observaron una gran bola incandescente que atravesaba los cielos de Galicia con trayectoria descendente. Poco después, científicos del observatorio astronómico Ramón María Aller de Santiago de Compostela empezaron a investigar los hechos y a barajar diferentes posibilidades. Una de las hipótesis principales fue la de un meteorito, aunque hay quien dice que el ángulo de caída y la baja velocidad del objeto no eran las propias de estos cuerpos celestes. Otras teorías se inclinaron en señalar que podía haber sido un misil o un satélite espacial. Y otros, seguramente mejor informados, apuntaron la posibilidad de que la bola de fuego en realidad era una nave extraterrestre en apuros al estilo Roswell. Quedó claro entonces, que la única forma de resolver el misterio era encontrar el lugar donde había caído el objeto y analizar los restos del impacto.

 

Cando de Arriba
En la actualidad (foto del 13-07-2013) aunque la vegetación cubre el lugar, se pueden observar perfectamente las paredes del cráter de Cando de Arriba, muestra de la gigantesca explosión que sucedió en enero de 1994.

 

Unos meses después (abril de 1994), llegó a oídos de los científicos la noticia de que había un cráter en el lugar de Cando de Arriba y que la explosión que lo formó había sucedido en las fechas en las que se había avistado el objeto luminoso sobrevolando el cielo gallego. Rápidamente se estableció una relación de causa y efecto entre esos dos hechos y expertos de la Universidad de Santiago de Compostela, encabezados por el astrónomo José Ángel Docobo, se desplazaron al lugar a resolver el enigma que, por entonces, ya se había extendido como la pólvora por toda Galicia.

 

Cando de Arriba
Clementina, vecina de Cando de Arriba, afirma que la mañana del 18 de enero de 1994 escuchó una gran explosión, pero creyó que había sido un rayo caído cerca de las casas. No fue hasta horas después, yendo a realizar tareas agrícolas, cuando se encontró el cráter a poco más de 100 metros de su casa. En la imagen, señalando el lugar hasta el que fueron lanzados los árboles (algunos de gran tamaño) y toneladas de tierra.

 

 Después de estudiar con detalle el gran agujero, lejos de aclararse el enigma, el aura de misterio del «suceso de Cando» no hizo más que acrecentarse. El equipo de Docobo encontró ciertas anomalías magnéticas en el lugar, lo que parecía evidenciar que el terreno había sufrido temperaturas superiores a los 400  grados centígrados. Pero aparte de esto, nada. Ni restos de meteoritos, ni un trozo de metal que probase el impacto de un objeto humano (o alienígena como señalaban algunos). Rápidamente hubo quien denunció que el lapso de tiempo entre la explosión (18 de enero de 1994) y el hallazgo por parte de los científicos del cráter (22 de abril de 1994) había dado tiempo a los militares a limpiar la zona. La teoría de la conspiración cobraba fuerza.

 

Cando de Arriba
En la imagen, uno de los árboles lanzados a 100 metros de distancia. Los ejemplares de mayor tamaño fueron cortados por los vecinos para leña, pero en el lugar todavía se pueden observar sus tocones con las raices tiradas sobre el terreno.

 

Las hipótesis más variopintas empezaron a sucederse. Así, en una entrevista al diario El País el 1-05-1996, el astrófísico armenio Vakhtang Tamazian, colaborador de José Ángel Docobo, señaló, “pienso que ha sido un experimento militar secreto”. Más tarde añadió en otro medio de comunicación, “fue algo impresionante. No había restos de nada. Era como si, de alguna manera, unos extraterrestres hubieran aparcado allí su nave”. El mismo Docobo señaló que “el suceso era muy extraño”. Las teorías del corrimiento de tierras, el impacto de un misil, la nave extraterrestre o incluso la relación del extraño cráter con una imagen de Jesucristo que muchas personas creían ver en unas rocas de la cercana localidad de Esteiro, tuvieron sus adeptos.

 

Rasti
Rasti – en la imagen tomando muestras del terreno – se inclina por la teoría de la nave extraterrestre como la responsable del cráter de Cando de Arriba. «No hay duda, es un nuevo Roswell», afirma convencido.

 

Años después, los científicos de la Universidad de Santiago de Compostela se decantaron por causas más mundanas y apuntan a una emanación repentina de gases subterráneos como causa más probable de la explosión de Cando de Arriba, aunque reconocen que “pedimos consulta a profesores de Alemania, Japón, Estados Unidos, Checoslovaquia… y nadie nos puede asegurar al cien por cien que pudo ser”. En el año 2013 el suceso de Cando de Arriba sigue siendo un misterio. Los niños podrán seguir soñando con hombrecitos verdes corriendo por los montes barbanzanos.

 

Cando de Arriba
Diecinueve años después nadie sabe a ciencia cierta que es lo que provocó la enorme explosión de Cando de Arriba. En pleno siglo XXI Galicia sigue siendo «Terra de Meigas».

5 Comentarios

  1. Esto ya casi parece la nave del misterio XD

    Es lo emocionante de la ciencia, que aún hay cosas de las que desconocemos exactamente su causa.

  2. Y que lo digas.

    En 2009 Bruno Cardeñosa, presentador del conocido programa de Onda Cero, La rosa de los vientos, publicó un libro titulado, «Expedientes del misterio. Los mejores casos de La rosa de los vientos» y uno de los capítulos del libro está dedicado a esta explosión en Cando de Arriba con el título: «La bola de fuego en la sierra de Outes».

    Falta que venga Mulder y Scully a resolver el caso.

  3. Creo que Rasti tiene la respuesta a este enigma. Pero su cara me hace pensar que nos oculta algo.

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