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Los árboles de oro de la ciudad de A Coruña

Imagínese que circula con su vehículo. De pronto, en un despiste, se sube al bordillo y derriba un viejo árbol de la alameda. Maldice su suerte, la reparación del coche le saldrá, al menos, por cuatro o cinco mil euros. No se imagina que falta lo peor. Al cabo de un tiempo recibe una carta del ayuntamiento reclamándole 50.000 euros por haber derribado el árbol. Usted no entiende el motivo de semejante factura, desconoce que los árboles ornamentales tienen otros muchos valores que el de la madera de su tronco.

Acebo (Ilex aquifolium), situado en los jardines de Méndez Núñez de A Coruña, valorado en casi 180.000 euros.

 En 1990, la Asociación Española de Parques y Jardines Públicos publicó la conocida como Norma Granada, en la que se establecen los criterios para valorar los ejemplares ornamentales de árboles, arbustos, palmeras… norma que ya ha sido modificada en varias ocasiones. El procedimiento establecido por esta norma, básicamente, consiste en medir cada ejemplar y determinar si es sustituible, es decir, si en el mercado se puede comprar otro similar o no es sustituible, y a partir de ahí se aplican una serie de fórmulas que dan como resultado la valoración económica de ese vegetal.

Tabla con algunos de los árboles más valiosos de la ciudad de A Coruña. Valoración realizada por el ingeniero forestal Carlos Franco Aradas aplicando la Norma Granada

Muchos ayuntamientos y comunidades autónomas han valorado su arbolado mediante la Norma Granada para poder dar así respuesta a situaciones de daños en el arbolado por accidentes, vandalismo, catástrofe, expropiaciones, seguros… Hace un tiempo, el Ayuntamiento de A Coruña encargó, al ingeniero Carlos Franco Aradas, la valoración de su arbolado urbano. Un trabajo minucioso que llevó dos años de intensa labor. De entre todos ellos estos son los cuatro árboles más valiosos:

 1º y 2º puesto: los dos ejemplares más valorados de A Coruña son sendos acebos (Ilex aquifolium). Normalmente los acebos crecen de forma arbustiva, sin embargo estos dos ejemplares, ubicados en los jardines de Méndez Núñez, con un perímetro de tronco de 140 cm. y 123 cm son árboles con todas las de la ley. ¿Su valor? Agárrense al asiento. 177.158 euros y 149.839 euros respectivamente. Todos los jueves, cientos e incluso miles de jóvenes, suelen celebrar en esa zona botellones, totalmente ajenos a que el árbol en el que se apoyan vale su peso en oro.

Los dos árboles más valiosos de la ciudad de A Coruña. Dos acebos (Ilex Aquifolium). En primer plano el ejemplar de de 140 cm. de perímetro y un valor de 177.158 euros a su derecha otro de 123 cm. y 149.839 €.

3º puesto: El tercer árbol con mayor valoración de A Coruña es un majestuoso ejemplar de Magnolio (Magnolia grandiflora), ubicado en la Plaza de Azkárraga, con un perímetro de tronco de 272 cm. Todo en este ejemplar es majestuoso, el intrincado sistema radicular que parte de su tronco tiene una gran plasticidad y su porte y su magnífico ramaje hacen de él un ejemplar digno de ser admirado. Su valor según la Norma Granada, 109.413 euros.

Magnolia (Magnolia grandiflora) de la Plaza de Azkárraga, no sólo destaca por su tamaño sino por su porte casi perfecto. Valorado en 109.413 euros.

4º puesto: El cuarto árbol más valioso es, posiblemente, el más famoso de A Coruña. Un soberbio ejemplar de metrosidero (Metrosideros excelsus) con un tronco de 6,85 metros de perímetro, ubicado en el patio del cuartel de la Policía Local de A Coruña en la calle Tuy. Este árbol no deja indiferente a nadie, ni por su porte, ni por su valoración, 106.436 euros. Es una visita obligada a todos los amantes de los árboles singulares que visiten la ciudad herculina.

El metrosidero (Metrosideros excelsus) situado en el recinto de la Policía local de A Coruña. Su valoración según la Norma Granada, 106.436 euros

La valoración de estos árboles, arbustos y palmeras es desconocida para el gran público, totalmente ajenos a estos verdaderos tesoros de la ciudad herculina. Bien es cierto que su anonimato es una buena manera de proteger su integridad de actos vandálicos. Y recuerde, si alguna vez se le ha pasado por la cabeza grabar en la corteza de un vetusto árbol, la frase “Juanito ama a Irene”, o arrancar unas ramitas como adorno navideño, piénselo dos veces, a lo mejor la broma le sale por un pico.

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