Qué maravilla poder disfrutar de un paisaje totalmente nevado, todo el campo cubierto por un inmenso manto blanco. Nada más salir del Max-Planck de Postdam-Golm uno puede disfrutar de este paisaje ahora mismo. Además me estoy encontrando con un montón de animales y de plantas que típicamente no podemos observar en España, todos los días me propongo dar un paseo de una horita por los alrededores y estoy seguro que encontraré cosas muy interesantes, así que hoy comienzo esta serie que se alimentará de estos paseos. Fauna y Flora del Max Planck Institute, bueno realmente, de los alrededores de este centro de investigación al sur de Berlín.
La nieve tiene muchas cosas buenas (algunas malas también, lo reconozco) pero una de mis favoritas es la de que los rastros de los animales salvajes quedan absolutamente bien marcados. Nada de tener que mirar el barro justamente donde más blando está, ni si las briznas de hierba están pisadas, ni sí las silveiras tienen restos de pelo, o las alambradas… En la nieve no, todo está perfectamente bien marcado. De principio a fin, y uno puede darse cuenta de todo el movimiento de animales que hay por la noche o cuando nosotros no estamos por la zona. Empezaremos por una especie que por aquí parece muy abundante, y que suele estar bastante ligada a la agricultura de cereales extensiva. Mirar este rastro, sabéis a qué animal pertenece?
No? Otra pista, qué animales avanzan con las dos patas delanteras y luego apoyan las dos traseras a la par delante de las delanteras?
Pues las liebres y los conejos! Por donde quieras que vayas estos campos están plagado de huellas por todos los lados, de vez en cuando, en medio del bosque, su fino olfato huele algo, quizás algún resto de algún tipo (ante condiciones tan duras las liebres se pueden volver carroñeras) y escarvan la nieve, rebuscan en el suelo en busca de algo…. y finalmente dejan ahí sus excrementos en señal de que ése es su territorio.
Por el Barbanza no tenemos muchas oportunidades de tratar con liebres, así que espero estos días por aquí poder ver alguna y sacar alguna buena foto para enseñaros, de momento conformaros con los rastros y ésta:
Y ya para despedirme, compartir con vosotros estos preciosos atardeceres sobre la campiña nevada de Golm en el norte de Alemania.
