La prestigiosa institución científica MIT estadounidense ha presentado hace poco un avance que bien puede ser una revolución. La primera hoja artificial capaz de transformar la energía solar en energía química. Las hojas naturales gracias a la luz generan energía química para poder fijar el CO2 en azúcares. Estas hojas artificiales basadas en materiales de bajo coste pueden descomponer el agua en hidrógeno y oxígeno, pudiéndose usar el primero como fuente de energía para baterías.
En el siguiente vídeo se muestra como funciona la «hoja artificial», una célula solar recubierta en ambos lados con un tipo de material catalítico que en ese recipiente de cristal que está iluminado permite la división de la mólécula de agua en oxígeno e hidrógeno, que se aprecia como esas burbujas de aire que se forman en la superficie de la hoja. Muy interesante y con muchas aplicaciones en un futuro con vistas a una utilización energética más repestuosa con el desarrollo sostenible.