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Tortugas mediterráneas en el corredor de la muerte

La carretera que va por la costa desde S´Arenal a Cala Pi pasando por Cap Blanc podríamos considerarla como un corredor de la muerte para tortugas mediterráneas. Esta carretera va paralela a los acantilados de esa zona dejando una estrecha franja de matorral mediterráneo, garriga, antes de la caída al mar por un lado, por el otro, durante muchos kilómetros el muro impenenetrable de una finca privada. Ya es la segunda o tercera vez que voy por ahí, para darme un paseo, y suelo encontrarme alguna tortuga, lo que con la carretera tan pegada, y con un muro paralelo, me pareció un peligro importante para estos animales. Mi suposición fue bastante acertada, hace tres meses cuando bajé del coche ya me encontré con una tortuga en el cuneta intentando subirse para cruzar la carretera y toparse con el muro. Una vez encontrado el muro, las tortugas recularán, y volverán a entrar en la carretera con el consiguiente riesgo incrementado de atropellos y aplastamientos. Y así es,  a escasos metros donde aparqué el coche me encontré con la primera aplastada de tan sólo hace unos 3 días a juzgar por la frescura de los restos corporales.

Tortuga mediterránea atropellada en la carretera a Cap Blanc.

Se aprecia perfectamente como el caparazón fue totalmente aplastado por el atropello de un coche.

La tortuga mediterránea, Testudo hermanni, está considerada por la lista roja de la IUCN como próxima a considerarse amenazada (Near Threatenened). El género Testudo consta de ocho especies próximas entre sí, pero las que están más cercanas a la mediterránea, son la mora y la marginata que en algunos casos comparten la misma área de distribución. Cuando las ves no puedes sino pensar en lo viejos que son estos bichos, tienen aspecto de antiguos, no sé es una sensación que me dan…

En Mallorca, en muchas casas tradicionalmente se utilizan aún como animales de compañía, la gente los tiene en sus fincas, y dada su longevidad, la tortuga acababa llegando a ser uno más en la casa. Me  han contado de tortugas de 50 años, es decir, muchas personas en la isla siempre se acuerdan de convivir con esa tortuga, estableciendo unos lazos sentimentales muy fuertes. Hace años también existía un comercio negro de esta especie que acabó diezmando las poblaciones. A día de hoy la fragmentación de hábitats, las carreteras y su captura para la venta o simplemente para tenerlos en casa son sus principales amenazas. Sin embargo, este último también puede ser beneficioso, porque la tortuga mediterránea, en mi opinión es uno de los símbolos de las Baleares, un vínculo que va más allá de la exclusividad por la escasa distribución especie en la actualidad, es un símbolo sentimental de Mallorca y de la cultura balear que podría facilmente redundar en la mayor protección de las poblaciones salvajes.

La mirada, esas escamas tan grandes y marcadas, unas patas con unas uñas muy brutas, me imprimen la sensación de estar ante un animal, una especie muy anciana.

No tan lentamente como tienen fama las tortugas se desplazan por su hábitat, la típica garriga o monte bajo mediterráneo salpicado de pinos.

Ahora bien, la vida en este hábitat vegetal tan adaptado a la sequía  no es fácil, las plantas desarrollaron múltiples adaptaciónes para resistir la sequía estival, desde perder las hojas como en otoño, hojas coriáceas y muy duras, empequeñecidas para reducir hasta el mínimo la transpiración… no se lo ponen fácil a las tortugas para encontrar alimento digerible, de ahí que muchas se lancen desde la garriga, desde sus agujeros donde hibernan en invierno, hasta los huertos cruzando las carreteras en busca de alimento más nutritivo.

Y claro, ahí está el gran problema, el alto número de carreteras y la velocidad de los coches son una amenaza constante para esta especie, más aún cuando los muros de piedra bordean las fincas al lado de la carretera, su exposición al peligro se vuelve muchttp://blogueiros.axena.org/wp-admin/post.php?post=20225&action=editho mayor con consecuencias funestas. En este sentido, se deberían determinar las áreas problemáticas, e informar al conductor para que extremaran las precauciones además de facilitar pasos de fauna entre las zonas de dispersión. Esperemos que las autoridades competentes sean capaces de poner en marcha planes de conservación de la especie reales y efectivos (sí, esto es poco original, porque esto mismo ya lo dije en el post de ayer!).

Tortuga mediterránea cruzando de nuevo la carretera que va a Cap Blanc, el muro de la izquierda impide a las tortugas cruzar sus territorios, provocando que se expongan más a los coches y a los atropellos.

 

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