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El festín del trepador azul

Nos encontramos en pleno corazón de la Cordillera Subbética en el Sur de la Península Ibérica, concretamente, en una zona del Noroeste Murciano donde los fieles cristianos rinden homenaje a la Virgen de la Rogativa a través de ofrendas y promesas. La ermita de”La Rogativa” se construyó cerca del lugar donde hizo su aparición milagrosamente, queda a unos kilómetros del lugar exacto donde transcurre nuestra historia.

 

“El Rabillo” situado en la confluencia de dos cauces de agua, uno intermitente y llamado rambla de La Rogativa (Zona de especial protección para las aves (Zepas) y (LIC) Lugar de importancia comunitaria) y otro permanente que recibe el nombre de Arroyo Blanco. Los dos cursos se unen modelando un pequeño valle de ribera donde el hombre, en comunidad con un sinfín de especies de aves y mamíferos terrestres, reside sin alterar el medio y poniendo su granito de arena en la conservación de tan sublime lugar.

“El Rabillo” es un lugar donde se cultivan y cuidan frutales como manzanos, nogales, perales, cerezos y almendros. A pesar de la altitud, 1050 metros sobre el nivel del mar, el almendro fructifica y da lugar a un preciado fruto deseado por jabalíes (Sus scrofa), principalmente, y por una especie contrapuesta a este púgil de los pesos pesados, su peso no rebasa los 20 gramos, y eso sí, se las ha ingeniado para hacerle la competencia al mismísimo Mohamed Ali. El trepador azul se sobra con su astucia para golpear y abrir un pequeño agujero redondeado en la corteza de la almendra, para posteriormente devorar su contenido. Sitta eurpaea es un ave paseriforme alejada de la familia de los pájaros carpinteros ya que no comparte sus peculiares adaptaciones.

Esta brillante y azulada ave se vale de alguna pequeña hendidura, la cual hace las veces de una prensa, para después de colocar el fruto martillear con su largo y tenaz pico. El comedero que se ve en la imagen estaba colocado a una altura de un metro y medio, y alrededor de él, solo habían los deshechos de sus festines y meriendas (cascaras de almendras).

 

Esta ave protegida y catalogada como de “Interés especial” elige almendras durante los meses de verano porque en los meses de Primavera su dieta varía hasta hacerse, mayoritariamente, insectívora. En cambio, en Invierno, su dieta se basa en lo que pueda encontrar porque en esta época del año la comida escasea. Los días más duros, cuando la capa de nieve cubre uniformemente el terreno, cobra mucho valor la intervención por parte de los residentes en estos retirados valles.

 

Un vecino, el único residente anual, deleita a sus compañeros de bosque con un comedero de semillas suculentas, y por lo que me ha dicho, son los referidos días los elegidos por aves como agaetadores, picos picapinos, trepadores azules, carboneros garrapinos, herrerillos comunes, carboneros comunes, escribanos, y algunos más, para devorar las semillas puestas con toda la buena intención. Es una buena iniciativa un comedero en el jardín, seguro, que a cambio las aves se habituarán a nuestra presencia y gratificarán con primeros planos fáciles de contemplar.

Las  imágenes son fotogramas obtenidos de una grabación que hice durante el mes de Agosto en este salvaje paraje.

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