Este fin de semana los compañeros de Vox Ánima convocaron una marcha hacia Santiago de Compostela desde Ribeira, una «andaina» de casi 70 km para defender unos ideales, el respeto por la naturaleza y la biodiversidad. Esta marcha acabaría en el centro de Santiago, en la mísmisima plaza del Obradoiro, con una manifestación pidiendo que la Xunta recapitule sobre sus estrategias de «des-gestión» del medioambiente. De la exterminación del lobo bajo falsos pretextos, de la crueldad de sus métodos, de que consiente todo tipo de anomalías bajo las leyes de caza y de naturaleza, nacionales y europeas… Todo esto símbolo del mismo problema de siempre, de una irresponsabilidad tan grande por parte de nuestros políticos y gobiernos hacia los ciudadanos, hacia nuestra sociedad, que no deja a nadie indiferente.
Esta marcha es un hito histórico. Las manifestaciones, la defensa colectiva de un símbolo de Galicia, el lobo, de un símbolo proscrito en el Barbanza, meses en los que diferentes colectivos, ciudadanos, instituciones de todo tipo no han dejado de protestar contra este exterminio, contra la ley del más fuerte, en este salvaje oeste que llamamos Galicia. Esto no había pasado nunca aquí. Nunca estas políticas generaron tanta rabia social como para que la gente se eche a la calle, en una comarca eminentemente obrera, dedicada al sector pesquero y a la transformación alimentaria. Nunca se generó un debate social tal, se puso de manifiesto semejantes inmoralidades para que este problema fuera noticia en todos los medios a nivel nacional.
Aquí ya no se pelea por los lobos que han asesinado, peleamos por un futuro mejor para todos. Para que no se juegue con la vida de los animales, para que no se justifique con mentiras lo injustificable con la ayuda de nuestros fondos públicos. No, señores, no, esta Dirección Xeral de Natureza de la Xunta de Galicia está hipotecando nuestro presente y nuestro futuro, el desarrollo sostenible y el bienestar de nuestra sociedad en nuestros prolíficos, productivos y biodiversos ecosistemas. Que por cierto, estamos quemando (literalmente también sí).
Espero que algún día paguen por sus crímenes e inmoralidades. Mientras tanto, desde aquí queremos agradecer el esfuerzo de tantas personas que no cejan en el empeño de que se pare este exterminio, de defender al más débil, que tiene todo el derecho a vivir, este es su mundo y nosotros se lo arrebatamos.