He de decirles que a pesar de ser un traje lleno de colorido no es para nada carnavalesco. El tarro blanco (Tadorna tadorna) le da a su vestimenta, gracias a su anatomía, una ligera sobriedad con aires de nobleza. Es dífícil ajustarse unos ropajes que destacan por su color y, además, pasar desapercibido. Esta ave, perteneciente a la familia Anatidae, lo consigue porque a pesar de su tamaño, considerado como grande, es cautelosa y precavida. Su comportamiento no carece de sentido y, normalmente, siempre elige zonas tranquilas con remansos de paz.
Aún permaneciendo discretamente en el agua durante horas y alimentándose por medio de su pico, el cual hace las veces de una pala removiendo el limo, se le puede contemplar con relativa facilidad. Para ello, debemos hacer lo mismo que él, mimetizarnos con el ambiente y recorrer los centenares de metros que nos separan de la orilla hasta poder avistarlos, lo suficientemente cerca, para recoger algunos momentos de su grata vida.
Pues a mí me lo parece. Cuando los veo en la orilla del lago acicalándose y limpiándose el plumaje, cuando contemplo pequeñas disputas territoriales entre dos gallardos machos, cuando al azar originan ondas concéntricas en las aguas cristalinas por medio de su pico resultón… En verdad, me parece todo tan bello que hasta les tengo envidia sana.
Gracias a mis ropas de camuflaje, y por unas horas de espera, pude fotografiar estos ejemplares de tarro blanco. Todas las fotografías pertenecen al mismo día de enero del 2012.
No han sido ni uno ni dos los tarros blancos (Tadorna tadorna) avistados en mis salidas invernales. He llegado a contar hasta 70 ejemplares, variando su número a lo largo de la estación. Para recabar mas información pueden ponerse en contacto con la Asociación la Carraca. Actualmente, son ellos los que ejercen las funciones de conservación y protección de aquel entorno que recibe le nombre de Humedal de Ajauque y Rambla salada.
Espero que disfruten, tanto como yo, el colorido y la pose de un ave no tan conocida como otras pero que merece el mismo respeto.