Los Bloggers de Axena

Taller infantil: «La semilla de la vida II»

El 2 de Junio se desarrolló con éxito, y dentro de la normalidad, el taller infantil «La semilla de la vida». Actividad organizada por el Club Universitario de Montaña de Murcia y AXENA. Como se comento anteriormente, todo se planificó, con mucho trabajo, para dar a conocer las principales especies de árboles de ribera que vegetan en las orillas del río Segura. La actividad terminó al finalizar la mañana con una pequeña plantación de semillas forestales, cerca de la ribera, y en un lugar apropiado para cumplir con los objetivos de la misma.

Las manos de un niño acercando su pequeño trabajo de botánica.

Reunidos los asistentes, en el Parque municipal de Abaran( Murcia ), comenzaron un paseo que los llevó a recorrer los margenes del río Segura a su paso de la citada población, siempre, acompañados por la sombra de numerosos árboles de la vega del río, tales como; almeces ( Celtis australis ), álamos blancos ( Populus alba ), chopos negros ( Populus nigra ), sauces ( Genero salix ), eucaliptos rojos ( Eucaliptus camadulensis), y algunos más…

Instantánea con la mascota del grupo al frente.

Entre descansos y pequeñas explicaciones a cerca del tipo de árboles que fuimos encontrando a nuestro paso, los niños iban recolectando hojas , unas veces aserradas como las del almez (Celtis australis), otras en forma acorazonada como Populus nigra y otras palmeadas dentadas como las del álamo blanco (Populus alba). En menos de dos horas, cada niño y niña disponían de una amplia gama de hojas. Valga reseñar el celo con que custodiaron su tesoro, pues bien sabían, que las necesitarían para el futuro trabajo a realizar. En efecto, completarían con sus manos, un poco de celo, y unos simples rotuladores un pequeño collage de tamaño folio. Plasmarían, tal como ocurrió, toda la fantasía que irradia de sus pequeños intelectos.

Magnífico trabajo de Carolina con los nombres de las especies elegidas.

No se hizo más tarde de las 13.00 y los dos voluntarios, a los que públicamente quiero agradecer su colaboración comenzaron a repartir sonrisas, buenas palabras y hojas de cartulina blanca. En poco más de 30 minutos ya habían firmado sus pequeñas obras de arte y aprendido los nombres de los árboles.

Llegó el momento anhelado, perseguido por sus voces y planificado desde hacia más de un mes. Atrás y lejos que da ya, cuando Iván y Susana emprendieron junto a un servidor este pequeño proyecto simbólico para con los niños y la naturaleza.

Tras presentarles a mi barbudo compañero Iván, los niños se organizaron sin discutir y en perfecta convivencia a la espera de recibir unas semillas de pino piñonero ( Pinues pinea). Iván explicó, alzando en su mano un fruto lleno de piñones, como se habían originado y desarrollado las semillas en la piña, cual era el papel a desempeñar por los niños en la siembra, como tenían que hacer los hoyos y disponer los piñones dentro del agujerito, para que dentro de unos meses surja de la tierra la vida en forma de minúsculos arbolillos.

Nuestro voluntario, un gallego en tierras murcianas, compartiendo se sabiduría con las más pequeños

El entusiasmo de todos los peques se extendió hasta contagiar a los más tímidos y reticentes. En unos minutos, cada niño buscaba un lugar apropiado en el talud para proceder a la siembra con sus padres como fieles escuderos, horadaron la tierra y dejaron caer sus semillas, cubrieron con tierra e irrigaron con agua del río Segura.

Seguros del vínculo que nacía en aquellos momentos, lo sellaron con sus nombres escritos en pequeñas piedras ligando así el destino de una semilla al suyo propio.

Un futuro naturalista escribiendo su nombre.

Así pues, en apenas unas horas 25 niños, de edades comprendidas entre los 3 y 14 años, disfrutaron  y sintieron el orgullo de formar parte de la naturaleza misma, de contribuir a su pervivencia en el tiempo, y todo esto, tan solo con una pequeña semilla de pino piñonero (Pinus pinea). No es todo tan complicado, en fin, es sencillo si hay voluntad por cambiar las cosas, y lo digo para que tomen nota aquellos que desde sus sillones dirigen con un dedo el destino de miles de niños, en lo que respecta a su educación en colegios e institutos.

Gracias a todos los que han hecho posible esta jornada imborrable para un servidor, y espero, para todos los que en ella han participado.

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